¿Dónde queda la Unión Europea en el conflicto de Oriente Próximo? Temor y temblor
El «temor y temblor» es la constante que domina la diplomacia de la UE de cara a una mayor escalada del conflicto en Oriente Próximo
No solamente el escudo de hierro israelí repelió el ataque masivo de Irán la pasada madrugada del sábado al domingo, también las Fuerzas Aéreas de Estados Unidos, Reino Unido, Jordania y Francia contribuyeron a la defensa de Israel.
Jordania, en alerta máxima, interceptó drones que se adentraron en su espacio aéreo para garantizar su seguridad territorial y a sus ciudadanos. Cazas de combate estadounidenses y británicos participaron en el derribo de drones en los márgenes entre Irak y Siria. Francia ha sido el único país de la Unión Europea que ha estado, así mismo, involucrado en la defensa de Israel contra el ataque masivo de Irán. No hay noticias de que Francia haya derribado drones o misiles iranís, pero sí que contribuyó a salvaguardar el espacio aéreo israelí con su tecnología y fuerza aérea.
Pero ¿dónde queda el resto de la UE? Josep Borrell ha reiterado su compromiso con la seguridad de Israel, pero pidiendo con la otra mano la «máxima moderación». De hecho, ha convocado una reunión extraordinaria por videoconferencia, con los 27 ministros de Asuntos Exteriores de la UE, para debatir y coordinar una respuesta conjunta a la escalada.
Creo que el «temor y temblor» es la constante que domina la diplomacia de la UE de cara a una mayor escalada del conflicto en Oriente Próximo.
Las posturas son dispares: desde un Scholz que, desde Alemania, muestra su incondicional apoyo a Israel y su ministra de exteriores, Baerbock, que señalaba como único responsable a Irán, afirmando: «Esta escalada ha demostrado que la región está al lado de Israel cuando se trata de contener el comportamiento de Irán». Hasta un Sánchez que va por libre recabando un desacreditado apoyo unilateral al reconocimiento de un estado Palestino, sin diálogo con Israel.
Pero el temor de aumento de escalada es en lo que coinciden todos. Buscan un llamamiento a la moderación de Israel en una posible respuesta. El temblor o escalofrío que afecta más a Europa obedece al miedo a una extensión del conflicto que podría involucrar al conjunto de Europa sumado al miedo de una reactivación del terrorismo yihadista en suelo europeo.
Se buscan herramientas diplomáticas y económicas para presionar a Israel a que modere sus represalias, pero se parte de una disparidad de criterios. Se espera que los ministros de exteriores de la UE alcancen un consenso para responder a la situación que ha creado al ataque de Irán imponiéndole sanciones y preocupa la contención de Israel a la hora de dar una legítima respuesta. También preocupa la situación humanitaria de Gaza que quedaría más desamparada si la magnitud del conflicto aumenta. Veremos qué ocurre.
Europa tiene también la guerra en su centro, en Ucrania, y la amenaza de Rusia. Este foco en Oriente presenta otra amenaza mayor.
Por su parte, Irán ha convocado a los embajadores del Reino Unido, Francia y Alemania acusando a los países europeos de tener un «doble rasero» por su condena del ataque del sábado, mientras rechazaban la resolución del Consejo de Seguridad de la ONU presentada por Rusia, en la que se condenaba el ataque israelí contra la sede diplomática iraní en Damasco. A su vez, Alemania y la República Checa han convocado a los embajadores iraníes tras el ataque del sábado.
Las aguas están más que revueltas y los resortes de la diplomacia buscan apaciguar, aunque se resienten. Desde la ocupación de Ucrania los conflictos crecen y el mundo multipolar se hace más y más inseguro perfilando más y más un nuevo eje con China, Rusia e Irán frente a EE.UU. y la UE enfrente.