Estas son las opciones de Israel para devolver el golpe a Irán sin desatar una guerra a gran escala
El mundo entero vuelve a contener el aliento ante la delicada situación que atraviesa Oriente Medio. El ataque iraní, aunque «calibrado, calculado y limitado», como explicó este lunes el embajador de la República Islámica en España, Reza Zabib, en un encuentro con periodistas, cruzó una línea roja. Nunca antes, Teherán se había atrevido a apuntar hacia territorio hebreo. La magnitud del ataque, con más de 300 drones y misiles, y que provocó que Israel activará todas las capas de su impenetrable sistema defensa aéreo, también supuso un salto cualitativo de la amenaza iraní.
Entrevista | David Menashri, experto en Irán
«El ataque de Irán a Israel fue un gran logro militar iraní, aunque haya sido interceptado casi al completo»
Israel es consciente de que, para mantener su política de disuasión, tiene que responder. En una entrevista con este periódico, la embajadora de Israel en España, Rodica Radian-Gordon, ha confesado que «en el barrio que vive Israel, hay que responder, no podemos dejarlo así». Sin embargo, el Estado judío se enfrenta a un dilema, ya que se ve en la obligación de devolver el golpe a Irán, pero midiendo la respuesta para que no precipite una guerra regional. El gabinete de guerra, liderado por el primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, se ha reunido, desde el domingo, en tres ocasiones para discutir las diferentes opciones.
Todas conllevan sus riesgos. Los aliados de Israel, Reino Unido y Estados Unidos, han instado al país hebreo a la contención de manera reiterada estos últimos días. Sin embargo, tanto los líderes políticos como los militares israelíes lo tienen claro. El exministro de Defensa de Israel, Benny Gantz, ha asegurado que responderá a Irán «en el lugar, momento y forma que elija». Gantz, que ahora forma parte del gabinete de guerra, ha apuntado que su país «actuará con inteligencia estratégica». A pesar de que el Ejecutivo de Netanyahu todavía no ha concretado cómo ni cuándo actuará, una fuente diplomática a la que ha tenido acceso El Debate revela que actualmente sobre la mesa se están barajando diferentes escenarios.
Entre las posibilidades, se contemplan «ciberataques que inhabiliten infraestructuras y servicios esenciales, como el transporte o la energía» dentro del propio Irán, explica esta fuente, bajo condición de anonimato. Israel se estaría planteando también «medidas ofensivas contra los agentes de Irán, especialmente Hezbolá», así como «ataques contra la Fuerza Al Quds, de la Guardia Revolucionaria, en Siria» o una ofensiva «contra el rosario de instalaciones de uso militar en la parte occidental del territorio iraní (bases de aviones no tripulados, misiles...)». Esta fuente aclara que ninguna de estas acciones apunta a objetivos civiles, susceptibles de causar daño a la población civil y, por lo tanto, Israel evitaría una escalada aún mayor del conflicto.
Estados Unidos, principal aliado de Israel, se inclina más por la opción de que el Ejército israelí dañe a Irán atacando a sus proxies en la región. La cadena estadounidense NBC News, citando a cuatro funcionarios de la Administración de Joe Biden, apunta que la respuesta israelí tendrá un «alcance limitado y muy probablemente involucre ataques contra fuerzas militares iraníes y representantes respaldados por Irán en la región». Todas estas opciones, señala la fuente diplomática citada anteriormente, «tienen un denominador común: pueden realizarse con medios y elementos a disposición de Israel, y no precisa de la intervención de terceros».
Cuándo se lanzará el ataque es otra de las grandes incógnitas. «Debemos estar pendientes de lo que decida el Congreso de Estados Unidos respecto a la ayuda presupuestaria a Israel. Esta fecha puede influir en el calendario de la respuesta», apunta la fuente diplomática consultada por El Debate. La Cámara de Representantes de Estados Unidos espera aprobar, este sábado, el nuevo paquete de ayuda militar para Israel. Mientras tanto, la Casa Blanca ha anunciado que prepara, junto con sus socios del G7, nuevas sanciones contra Irán. En Israel, el reloj ya marca la cuenta atrás para una inevitable respuesta contra la República Islámica, mientras que este último ya ha advertido de que un nuevo ataque «provocará una respuesta más fuerte». Oriente Medio se precipita hacia una espiral de violencia sin fin.