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La policía trató de impedir la celebración de la Conferencia de los conservadores europeos en BruselasAFP

La Justicia da la razón a los conservadores europeos, que podrán celebrar su Conferencia en Bruselas

El tribunal belga da la razón a los organizadores de la Conferencia Nacional de Conservadurismo ante la decisión del alcalde de distrito en Bruselas de mandar a la policía para impedir su celebración

Los conservadores europeos han logrado una importante victoria judicial en favor de la libertad de reunión y expresión en Bruselas.

Un tribunal belga respaldó a los organizadores de la Conferencia Nacional de Conservadurismo (NatCon) en curso en la capital de la UE y reprochó los intentos antidemocráticos de las autoridades locales para tratar de impedir su celebración, informó POLITICO.

Después de cambiar varias veces de sede por los vetos, presiones y amenazas de las autoridades de distrito de Bruselas, el evento se inauguró en el recinto Claridge, en el distrito Saint-Josse-ten-Noode.

Fue el alcalde del distrito, Emir Kir, musulmán de origen turco expulsado del Partido Socialista por sus vínculos con el grupo terrorista neofascista turco Lobos Grises, quien llamó por teléfono a la policía para que impidiera el acto.

Tras la llamada, la policía se presentó en la sala y clausuró la entrada con el argumento de que, como los participantes eran tradicionalistas y conservadores, su reunión podría desencadenar disturbios por motivos ideológicos.

El escándalo en Bruselas, templo de la democracia europea, sus derechos y libertados, fue mayúsculo.

Ahora, el tribunal ha dado la razón a los organizadores y el NatCon podrá celebrar este miércoles su evento con normalidad, donde está prevista la intervención del primer ministro húngaro Viktor Orbán.

Las imágenes de la policía cerrando las puertas del recinto donde se encontraban los representantes públicos ha causado una profunda vergüenza entre los políticos europeos.

El primer ministro belga Alexander De Croo, así como su homólogo húngaro, Orbán, condenador la intervención policial.

Los organizadores del evento no quedaron de brazos cruzados. El mismo martes impugnaron ante el juez la decisión del alcalde del distrito y el tribunal les dio la razón e canceló la prohibición.

En su argumentación el tribunal esgrimió una razón obvia: Las autoridades deben actuar «para frenar disturbios en la vía pública, no para prohibir reuniones privadas».

Además, exigió al gobierno belga que «proteja a quienes deseen ejercer su derecho constitucional a la reunión».