Secuestrada, violada y asesinada: el trágico destino de una adolescente detenida por la policía iraní
La BBC accede a un documento confidencial de la Guardia Revolucionaria de Irán donde se reconoce que la adolescente iraní Nika Shakarami fue torturada y asesinada tras ser detenida por participar en 2022 en las manifestaciones en favor de la democracia
Secuestrada, violada y asesinada por miembros de las fuerzas de seguridad de Irán. Ese fue el trágico destino de Nika Shakarami, una adolescente de 16 años que desapareció en septiembre de 2022 tras participar en una protesta contra el régimen teocrático de los ayatolás.
Su madre encontró su cuerpo nueve días después en una morgue. La causa oficial de la muerte que le transmitieron fue suicidio. Las fuerzas de seguridad iraníes aseguraron que la joven accedió a un edificio y se lanzó desde lo alto de la azotea. Incluso mostraron como prueba un vídeo donde una joven que, supuestamente, era Nika, accedía al inmueble.
La madre no se creyó ni una palabra pero, conocedora de cómo funciona la industria represiva iraní, no planteó ninguna pregunta. Simplemente se llevó el cadáver para enterrarlo.
El cuerpo de Nika sufriría más vicisitudes. Tras convertirse en un nuevo símbolo de las protestas, las autoridades robaron el cadáver para enterrarlo en secreto.
Sin embargo, las causas de la muerte de Nika fueron muy diferentes. Un informe oficial de las fuerzas de seguridad iraníes filtrado a la BBC demuestra que la joven fue detenida por un grupo de las fuerzas de seguridad denominado Equipo 12 por aparecer en un vídeo sobre las protestas por la muerte de Masha Amini, la joven kurda que murió en dependencias policiales en Teherán tras ser detenida por llevar mal colocado el velo islámico.
En el informe, clasificado como «altamente confidencial», se reconoce que, durante el traslado a la comisaría, Nika fue agredida sexualmente en un camión congelador sin identificación policial. Ante su resistencia a ser violada, los policías comenzaron a golpearla con palos y a darle descargas eléctricas con pistolas taser.
Como consecuencia de la paliza Nika murió. Sus captores arrojaron el cuerpo en una carretera y se marcharon.
En el informe, elaborado por la Guardia Revolucionaria, se incluyen los nombres de los tres policías implicados en la muerte de Nika (Arash Kalhor, Sadegh Monjazy y Behrooz Sadeghy) así como los nombres de los comandantes que trataron de ocultar el asesinato.
El líder del operativo, Morteza Jalil, conducía el vehículo en el momento de la tortura y asesinato de la joven.
Según el relato del informe, uno de los policías se sentó encima de Nika en el interior del vehículo para inmovilizarla. Ese mismo policía empezó, a continuación, a agredirla sexualmente.
A pesar de estar esposada, Nika trató de defenderse dando patadas a sus captores y gritando.
Para reducirla, los tres policías comenzaron a golpearla con porras y a darle descargas eléctricas.
A continuación, llamó al cuartel general de la Guardia Revolucionaria, donde le ordenaron abandonar el cuerpo en la carretera para no aumentar el número de muertos por la represión de las protestas.
«Dijeron que ya teníamos muchas muertes en nuestros centros y que no queríamos que el número llegara a la cifra de 20», declaró.
El oficial de la Guardia Revolucionaria que dio la orden de abandonar el cadáver se identificaba con el distintivo Naeem 16. La BBC lo identificó con el capitán Mohammad Zamani.
Los organizadores de las protestas contra el régimen difundieron rápidamente el rostro de Nika Shakarami tras su desaparición, y acusaron al régimen de su secuestro.
La joven se convirtió rápidamente en un símbolo de la lucha por las libertades en Irán y de resistencia contra el régimen teocrático.
Según el informe de la Guardia Revolucionaria, los policías optaron por detener a Nika Shakarami al valorar que ejercía algún tipo de función de liderazgo en la protesta debido «a su comportamiento poco convencional y a las repetidas llamadas telefónicas que efectuaba desde su móvil».
Según la ONU, la represión iraní de las protestas que reclamaban democracia se saldó con 551 manifestantes asesinados, y miles de detenidos. Entre ellos Aida Shakarami, la hermana de Nika.