Así es el nuevo plan de Seguridad de la UE para reducir la criminalidad en Europa
Desde su nacimiento, la Fiscalía europea ha investigado ya 2.000 casos criminales con carácter internacional
Los desafíos que representan los nuevos delitos emergentes han obligado a la Unión Europea a revisar y actualizar su Estrategia de Seguridad que estableció para el quinquenio 2020-2025. De hecho, en los cuatro años que lleva en vigencia esta estrategia, la Fiscalía Europea ha investigado más de 2.000 casos delictivos que tienen una afectación internacional a varios países de la Unión Europea.
Por eso, el vicepresidente de la Comisión Europea, el griego Margaritis Schinas, presentó este miércoles los cambios en la Estrategia de Seguridad que se han visto obligados a implementar.
Así, la Unión Europea realizó un llamamiento a reforzar las infraestructuras comunitarias, tanto las físicas como las digitales. Schinas recordó que los atentados que sufrió Bruselas en el año 2016 han demostrado que el crimen quiere llegar hasta el mismo corazón de la Unión. No en vano, aquellos atentados se produjeron en la estación de metro de Maelbeek, la más cercana a las instituciones europeas.
Y en lo que se refiere a la ciberseguridad, Schinas recordó la Ley de Resiliencia Cibernética, que garantizará que los productos de hardware y software son ciberseguros por diseño, y la Ley de Cibersolidaridad, que fortalece las capacidades en la UE para detectar, prepararse y responder a amenazas importantes y a gran escala.
Yihadismo y radicalización
El atentado de Niza de 2016 en el que un yihadista atropelló y asesinó a 86 personas en la ciudad francesa evidenció «lo difícil que es detectar y detener a las personas radicalizadas que actúan individualmente».
Así, Schinas recomendó reforzar la lucha contra el yihadismo en todas sus formas, desde la prevención del autoadoctrinamiento tanto online como offline, hasta la vigilancia del acceso a las armas o a la financiación del terrorismo.
También la lucha contra el crimen organizado ha tenido que cambiar en los cuatro años que lleva en vigor la Estrategia de Seguridad, especialmente en las áreas que afectan al cibercrimen, contrabando de inmigrantes y trata de seres humanos, tráfico ilegal de drogas y otros bienes, delitos ambientales, delitos económicos y financieros y corrupción.
En este aspecto, el vicepresidente de la Comisión Europea destacó la necesidad de estrechar relaciones y el intercambio de información con las autoridades policiales especialmente de los países sudamericanos, origen de prácticamente toda la cocaína que se consume en el mundo.
La máxima institución europea ha realizado un llamamiento para reforzar la cooperación entre la ley y las autoridades policiales, especialmente en lo que se refiere a las operaciones transfronterizas.
Y esta cooperación se debe dar también entre las diferentes policías, tanto entre las nacionales como entre las de carácter internacional como Interpol, Europol, Frontex, la Agencia de Seguridad Aérea, etc.
Se trata en definitiva, tal y como explicó el vicepresidente de la Comisión Europea, de comprobar los puntos fuertes surgidos de esa Estrategia de Seguridad pero, al mismo tiempo, de adaptarlos a las nuevas modalidades de crimen.