Ucrania, Gaza y energía nuclear: los temas que centraron la reunión de Putin y Xi Jinping en Pekín
Putin y Xi Jinping insistieron en la fortaleza de las relaciones de amistad y alianza entre China y Rusia pese al difícil contexto internacional
El presidente ruso, Vladimir Putin, regresó a Pekín para refugiarse en brazos de su aliado y principal apoyo internacional, el presidente chino Xi Jinping.
El mismo Putin admitió que resulta lógico que su primera visita al exterior tras resultar reelegido para un quinto mandato sea a China: «Xi Jinping realizó una visita de Estado a Rusia poco después de su reelección como jefe de la República Popular China». «Es lógico que m primera visita al extranjero después de asumir oficialmente el cargo de presidente de Rusia sea a China».
Xi Jinping desplegó todos los honores militares para recibir al «Gran Emperador», como denominan a Putin los medios de propaganda chinos.
En la rueda de prensa conjunta, ambos mandatarios reconocieron lo obvio: Ucrania centró las conversaciones entre ambos líderes autárquicos.
Quizás lo más interesante de la intervención sobre Ucrania fue las palabras de Xi Jinping, que pidió el «respeto de la soberanía y la integridad territorial de los Estados», unas palabras que podrían parecer una bofetada a Putin por sus pretensiones de anexionar todo el territorio ucraniano que pueda.
Sin embargo, acto seguido asumió las tesis esgrimidas por el Kremlin para justificar la «operación militar especial» al reclamar respeto para «las preocupaciones razonables de todas las partes en materia de seguridad».
Se trata de una reclamación tradicional de Moscú, que denuncia que la expansión de las fronteras de la OTAN hacia el este europeo supone un riesgo para su seguridad.
En cualquier caso, Xi Jinping afirmó que «China espera el pronto restablecimiento de la paz y la estabilidad en el continente europeo».
Sin desvelar ningún detalle sobre el contenido de lo que hablaron, ambos coincidieron en reclamar una «salida política» a la guerra.
Ambos líderes también coincidieron al destacar que se ha vuelto «extremadamente urgente» encontrar una salida a la guerra en Gaza.
Xi Jinping destacó la fortaleza de las relaciones entre ambas potencias y subrayó que «China está dispuesta a trabajar con Rusia para seguir siendo un buen vecino, un buen amigo y un buen socio sustentado en la confianza mutua».
Señaló también la voluntad de Pekín de «continuar consolidando la amistad duradera entre los dos pueblos y buscar conjuntamente el desarrollo y la revitalización de ambas naciones, así como promover la defensa de la igualdad y la justicia en el mundo».
El mandatario chino destacó como un éxito de ambas potencias el hecho de que las relaciones entre ambas «hayan resistido la prueba de un contexto internacional cambiante».
Putin, por su parte, destacó que Rusia y China están planeando estrechar las relaciones en el ámbito energético y citó, de forma específica, proyectos conjuntos en el ámbito de la energía nuclear con fines pacíficos, aclaró.
En ese sentido, reveló que la estatal de la energía nuclear rusa, Rosatom, está participando en la construcción de reactores nucleares en las centrales chinas de Tianwan y Xudapu.
El presidente Putin parecía querer subrayar con su insistencia en el papel ruso en el desarrollo nuclear chino que no solo Moscú depende de los suministros chinos y de la compra de hidrocarburos rusos por parte de China para mantener la economía rusa en medio de las sanciones internacionales por la guerra de Ucrania.
Sino que Rusia también se ha convertido en un socio imprescindible para Pekín sin el cual no podría desarrollar sus capacidades en sectores clave de la economía china.