Hallan muerto en un parque de Reino Unido a un hombre acusado de espiar para Hong Kong
Ha sido identificado como Matthew Trickett y era trabajador del servicio de Inmigración británico
Un hombre de 37 años acusado en Reino Unido de colaborar con los servicios secretos de Hong Kong fue hallado muerto en un parque el pasado domingo «en circunstancias inexplicadas», informó este martes la Policía británica.
Un portavoz aseguró que el cuerpo del varón, identificado como Matthew Trickett, que estaba en libertad condicional, fue encontrado por un transeúnte en Grenfell Park, en la localidad inglesa de Maidenhead, a unos 50 kilómetros de Londres.
Aunque se le dio tratamiento médico, el antiguo soldado y, actualmente, trabajador del servicio de Inmigración británico fue declarado sin vida en el lugar de los hechos, señaló en un comunicado.
La Policía de la zona de Thames Valley pide ahora a los ciudadanos que se pongan en contacto si tienen información que pueda ayudar en la investigación, y próximamente se practicará una autopsia, indica la nota.
La familia de la víctima afirmó estar de duelo «por la pérdida de un hijo, hermano y familiar muy querido» y pidió a la prensa que respete su privacidad.
Trickett compareció la semana pasada ante un tribunal londinense junto con Chi Leung (Peter) Wai, de 38 años, y Chung Biu Yuen, de 63, quienes quedaron en libertad condicional hasta una próxima audiencia el viernes.
La Fiscalía les imputa que entre el 20 de diciembre de 2023 y el 2 de mayo de 2024 acordaron recabar información y acometer vigilancia y actos engañosos en presunta asistencia a un servicio de inteligencia extranjero, y también les acusa de haber entrado por la fuerza en un domicilio.
Tras conocerse el caso, el Gobierno británico convocó el 14 de mayo al embajador chino en Londres, Zheng Zeguang, para condenar la presunta interferencia de China en el Reino Unido en lo que consideró una «inaceptable pauta de comportamiento».
Esto incluye, según Londres, «ciberataques, casos vinculados al espionaje y la concesión de recompensas» por parte de la Policía hongkonesa para la detención de activistas prodemocracia en el extranjero.