Emmanuel Macron se rinde en Nueva Caledonia y retira la reforma electoral que desató los disturbios
Macron se abrió a renegociar con los independentistas canacos la reforma del censo electoral, un melón abierto que podría derivar en un nuevo referéndum de independencia
El presidente francés, Emmanuel Macron, ha tirado la toalla y ha decidido retirar la polémica reforma del censo electoral que desató la oleada de disturbios que desde hace días ha puesto en jaque el territorio de ultramar de Nueva Caledonia.
De viaje en las islas francesas de Oceanía, el presidente francés prometió renegociar la ley para dar respuesta a las preocupaciones y aspiraciones de la población indígena del pueblo canaco, originaria de Nueva Caledonia, y que representa el 40 % de los habitantes de las islas y son partidarios de la independencia.
El nuevo proyecto acordado se someterá, posteriormente, a votación por parte de la población de las islas con derecho a voto para su ratificación.
Los canacos temían que la inclusión de decenas de miles de nuevos votantes, con diez años de residencia en las islas, en el censo electoral, les quitaría la capacidad de decidir sobre el futuro del territorio, que ya ha rechazado la independencia en tres ocasiones.
Asimismo, desde Nueva Caledonia, Macron anunció un refuerzo de las fuerzas del orden con nuevos vehículos blindados y helicópteros. También anunció ayuda de emergencia y la creación de un fondo de solidaridad que permita el desarrollo del territorio.
Como contrapartida, Macron exigió a los manifestantes que retiren las barricadas y abran al tráfico las carreteras cortadas. Solo cuando la convivencia en las islas se reestablezca, se retiraría el estado de emergencia decretado tras el estallido del conato de rebelión.
Además, la renegociación de la ley electoral podría abrir la puerta a otra vieja reivindicación de los independentistas canacos: la repetición del referéndum de independencia celebrado en plena pandemia de coronavirus y cuyo resultado los independentistas no han reconocido.