Alemania condena a tres años de prisión a un soldado por espiar para Rusia
El soldado estaba obsesionado con la guerra nuclear y aceptó entregar secretos militares a Rusia a cambio de seguridad para su familia cuando se desatara la guerra mundial
Berlín no afloja la presión sobre los servicios secretos rusos, infiltrados en las estructuras estatales alemanas hasta extremos inimaginables tras años de dejación.
Prácticamente no hay semana en la que no irrumpan noticias sobre espías detenidos, redes desmanteladas, sabotajes con la firma del Kremlin o filtración de datos.
Este lunes, un tribunal ha condenado a un antiguo soldado alemán a tres años y medio de cárcel por sustraer y entregar a agentes rusos información secreta militar en relación con la guerra de Ucrania desde mayo de 2023.
Según el tribunal de Dusseldorf donde ha sido juzgado el exsoldado Thomas H., de 54 años, el acusado habría actuado por propia iniciativa y habría sido él quien se habría ofrecido a los servicios secretos rusos a colaborar con ellos.
Thomas H. se habría servido de su empleo en el departamento de adquisiciones militares para entregar a los agentes rusos información secreta sobre compra, fabricación y envío a Ucrania de armamento.
A cambio, Thomas, convencido de que la guerra en Ucrania desembocaría en un conflicto nuclear mundial, reclamó a los rusos que garantizaran la seguridad de su familia cuando se desataran las hostilidades globales y comenzara el supuesto lanzamiento masivo de ojivas nucleares.
El exsoldado, además, se sentía traicionado por su país ya que creía que el envío de armas occidentales a las fuerzas ucranianas, y, en particular, de armamento pesado por parte de Alemania, empujarían hacia una guerra nuclear con Rusia.
Thomas H. «acudió al consulado general ruso en Bonn y también a la embajada rusa en Berlín. Allí ofreció sus servicios», denunció la fiscalía alemana.
Tras imprimir el material, lo depositaba en un buzón del edificio donde tiene su sede el consulado ruso en la localidad de Bonn.
Durante el tiempo en que trabajó para los servicios secretos rusos, Thomas H. «transmitió información obtenida durante su actividad profesional a un enlace del servicio de inteligencia ruso», demostró la fiscalía.
El exsoldado admitió las acusaciones y mostró su arrepentimiento. «Fue una idea estúpida», declaró ante el tribunal.