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Debate de Eurovisión, con los candidatos a presidir la Comisión Europea

Debate de Eurovisión, con los candidatos a presidir la Comisión EuropeaAFP

Qué es un ‘spitzenkandidat’ y cómo se elige al presidente de la Comisión Europea tras las elecciones

El Consejo Europeo deberá proponer un nombre en función al resultado electoral y este deberá recibir el apoyo de la mayoría del nuevo Parlamento

Las elecciones europeas se celebran cada cinco años y generan poco interés entre los españoles, por lo que cada lustro hay que explicar un proceso que no es demasiado sencillo y con el que tampoco estamos muy familiarizados los españoles. En primer lugar, hay que entender qué es el spitzenkandidat, una palabra germana que literalmente significa «candidato principal» y representa a los diferentes candidatos elegidos por los partidos políticos europeos para ser presidente de la Comisión Europea.

¿Eso quiere decir que los ciudadanos votan para elegir a uno de ellos? No. Porque cada uno de los estados de la Unión Europea vota sus propias listas y elige a un número determinado de diputados que les representarán en el Parlamento. Serán ellos los que decidan quién será el nuevo líder del Ejecutivo europeo.

Aún así, las diversas fuerzas parlamentarias europeas han dejado claro quiénes quieren que sean sus candidatos: Ursula von der Leyen (Partido Popular Europeo), Nicolas Schmit (socialdemócratas), Sandro Gozi (liberales), Terry Reintke (Los Verdes) y Walter Baier (La Izquierda). Ni los conservadores de ECR ni la derecha de Identidad y Democracia quisieron elegir a un spitzenkandidat, razón por la cual no participaron en el gran debate de Unión Europea de Radiodifusión.

Los europeos pueden votar pensando en estos nombres, pero eso no quiere decir que no pueda haber cambios después de las elecciones, ya que los pactos postelectorales pueden alterar por completo el tablero. Ya ocurrió así hace cinco años cuando fue elegida Von der Leyen y no solo no era la spitzenkandidat sino que no aparecía ni en las quinielas.

Un proceso largo

Una vez que los ciudadanos voten el 9 de junio, quedará establecida la distribución del Parlamento Europeo, que se reunirá por primera vez la semana del 22 al 25 de julio. Quedará constituido entonces el hemiciclo y empezarán las negociaciones para elegir al presidente de la Comisión.

El candidato a la investidura, sin embargo, no saldrá del Parlamento Europeo, sino que es el Consejo Europeo (los Estados) el que tiene que proponer un nombre teniendo en cuenta el resultado de las elecciones europeas. Para ello, los líderes de los 27 mantendrán un encuentro informal el próximo 17 de junio y se volverán a reunir el 27 y 28 de junio en Bruselas.

Una vez hayan escogido a la persona que quieren que presida el Ejecutivo europeo, esta tiene que ser sometida a la aprobación del Parlamento. La primera investidura se celebrará en Estrasburgo la semana del 16 al 19 de septiembre, donde el candidato en cuestión del Consejo tendrá que ser avalado por mayoría, es decir, con 361 votos favorables. Por experiencias anteriores, algo muy complicado sin que haya pactos entre los grupos políticos.

En el caso de recibir el visto bueno del Parlamento, comienza entonces la elección de los comisarios y será el presidente de la Comisión quien reparta las carteras entre los 26 elegidos –uno por cada Estado, exceptuando la nacionalidad del presidente–.

Si, por el contrario, el candidato es rechazado, el Consejo Europeo debe volver a reunirse y proponer un nuevo nombre en el plazo de un mes. La nueva propuesta volverá a ser votada por el Parlamento y así continuará el bucle hasta que uno reciba el beneplácito del hemiciclo.

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