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tribunaVíctor Santana

¡A Votar!

La Unión Europea no es más rica, más segura, más inclusiva, más verde ni más justa que antaño

¡Al final, el día llegó! Mañana tendremos que ir a votar en una de las elecciones europeas más importantes hasta la fecha. Sí, seguro que todos decimos lo mismo cada cinco años, pero estas lo son como nunca antes.

Ya sabes que yo no diré a quién hay que votar, sobre todo porque después de todos los artículos que este medio ha publicado sobre las elecciones europeas, somos ya todos unos expertos en los secretos de Bruselas.

Pero lo que sí creo que es muy importante es hacer una foto final de dónde está Europa hoy. Y es que la Unión Europea no es más rica, más segura, más inclusiva, más verde ni más justa que antaño.

Desde el lanzamiento de ese avance federalista con el Tratado de Lisboa en 2009, la Unión Europea ha perdido empuje y liderazgo en todos los frentes.

Nuestros tratados comerciales ya no son acuerdos de libre comercio con países que entienden y comparten nuestro saber hacer. Son acuerdos con miles de páginas para favorecer ciertas industrias que, en vez de ser elaborados para favorecer a los productores europeos, parecen hechos en serie para poder anunciar que Europa tiene más y más acuerdos comerciales. Como si la cantidad fuese mejor que la calidad.

Nuestras políticas agrarias ya no favorecen el crecimiento de una industria que ha significado todo para Europa. Ahora Bruselas pone a competir con una mano atada a la espalda a los productores europeos mientras somos incapaces de controlar la aplicación de las normativas a los productos que entran de terceros países.

Nuestro tejido industrial pierde peso cada año. El sector de la automoción ha intentado adaptarse a las normativas de reducción de emisiones a un ritmo para el que no estaban preparados y a unos precios que solo unos pocos en Europa se pueden permitir. Los demás tienen opciones chinas muy baratas.

El Pacto Verde ha intentado revolucionar por completo la sociedad sin prestar atención al coste y sin considerar si las decisiones tendrían impacto a nivel mundial o incluso europeo, todo ello con unos tiempos de ejecución que iban disminuyendo al mismo ritmo que subía el ego del político de turno por demostrar que es más verde que el anterior. No nos olvidemos de que lo que hoy es 2027, el año pasado era 2050.

Ni Europa ni sus estados miembros son capaces de mantener la seguridad dentro de los países ni en nuestro entorno. Las políticas de puertas abiertas han fallado. Ha quedado demostrado que tiene que haber un control de entrada y políticas de afianzamiento de la población, y tras años de pruebas, en la actualidad, países que antaño eran los más abiertos se están convirtiendo en los más cerrados. Ahí tenemos el caso de Suecia. Y ya no hablemos de la invasión de Rusia a Ucrania; solo podemos decir que la Unión Europea, envolviéndose en las banderas de los 27 países de la UE, no ha conseguido frenar a Rusia con sus aspiraciones de robar territorios a otros países. Uno frente a 27.

Para un europeísta convencido como yo, es muy duro escribir esto. Es muy duro reflejar cómo una mala gestión de unos líderes ha convertido a nuestro gran proyecto europeo en un segundón en la política internacional, en un proyecto que cada vez se controla más desde Bruselas y menos desde sus estados miembros. Por mucho que nos repitan que Europa sólo será importante como un país de 27 provincias, una de ellas llamada España, recordemos que el éxito de la Unión Europea tuvo lugar cuando sus miembros competían entre ellos y no se relajaban para que otros hicieran su trabajo.

En definitiva, no estamos mejor que ayer, pero podemos estarlo, porque mañana podemos cambiar el rumbo de Europa. Mañana, con nuestro voto, podemos poner punto y final a una década de vaivenes políticos para, por lo menos, poner sentido común a las políticas europeas y recuperar ese espíritu europeísta de los padres fundadores de la UE, que querían mercados libres, naciones libres y ciudadanos libres.

Y si algún político lee por casualidad este artículo, si eres del PP, no te olvides de que en Bruselas tienes socios y amigos en otros grupos de derechas (ECR e ID). Si eres de Vox, no te olvides de que el EPP es tu único mecanismo de cambiar el rumbo de Europa. Y si eres de 'Se acabó la fiesta', busca a otros partidos políticos en el Parlamento Europeo que, como tú, estén cansados de tanta tontería y lanza un nuevo grupo que se llame «Enough is enough». Solo necesitas encontrar a partidos de siete países.

¡Mañana a votar!

  • Víctor Santana fue asesor en el Parlamento Europeo para el Partido Conservador Británico (2014-2020) y para ECR (2020 - 2023)