Elecciones europeas 2024 La coalición de Scholz se desploma y la AfD se consolida como segunda fuerza en Alemania
Alternativa para Alemania (AfD) y se impone ante el Partido Socialdemócrata de Alemania (SPD), del canciller alemán, con el 15,9 % frente al 13, 9%
Las elecciones europeas se convierten en un macro termómetro de la situación política de los veintisiete Estados miembros. Los resultados de las formaciones se leen también en clave nacional. En Alemania, el Gobierno de coalición del canciller Olaf Scholz, conformado por el Partido Socialdemócrata de Alemania (SPD), el Partido Democrático Libre (FDP) y Alianza 90/Los Verdes, ha sufrido un duro batacazo.
Los socialdemócratas de Scholz se quedan por detrás de Alternativa para Alemania (AfD), que habrían cosechado el 15,9 % frente a un 13,9 %, mientras que la Unión Cristianodemócrata (CDU), y su formación hermana Unión Socialcristiana de Baviera (CSU), han doblado los resultados de los socialdemócratas con el 30 %. En cuarta posición están Los Verdes, con el 11,9 %. Estos resultados traducidos al panorama europeo suponen 29 escaños para la CDU y 15 para AfD. Alemania es el país que más diputados aporta al Parlamento Europeo, 96 de un total de 720.
Nada más conocerse los primeros sondeos a pie de urna, y sin esperar a los resultados oficiales, la candidata principal del SPD al Parlamento Europeo, Katarina Barley, se mostró pesimista y aseguró que se trababa de una «tarde amarga», durante una comparecencia de prensa en la sede de su partido, en Berlín. Barley adelantó que «analizaremos qué ha pasado, pero hoy no es el momento». «Sí, estoy decepcionada, pero estoy segura de que nos levantaremos como partido», señaló. Por su parte, Scholz no hizo comentarios. Los resultados de las elecciones europeas son un duro golpe para el Partido Socialdemócrata de Alemania, siendo los peores de su historia en unos comicios europeos.
Alternativa para Alemania, sin embargo, ha sorprendido, ya que los sondeos auguraban una caída del apoyo tras varios escándalos protagonizados por el principal candidato a las europeas de la formación Maximilian Krahde. A finales del pasado mes de mayo, AfD fue expulsado del Eurogrupo de Identidad y Democracia (ID), liderado por la francesa Marine Le Pen, tras unas declaraciones de Krahde, al diario italiano La Repubblica, asegurando que en la organización nazi SS «no todos eran criminales». Anteriormente, uno de sus asesores había sido arrestado por, supuestamente, espiar para China.
Nada de esto parece que haya hecho mella en AfD que ha conseguido situarse, por ahora, como la segunda fuerza superando al SPD en el país germano, solo por debajo de los democristianos, con la actual presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, como candidata a repetir otros cinco años en el cargo. El entusiasmo en Alternativa para Alemania ha sido evidente. «¡Somos la segunda fuerza (en todo el país) y la primera en el este!», proclamó la copresidente Alice Weidel.
La otra sorpresa de la noche electoral en Alemania ha sido el importante resultado, en torno al 6 % de los votos, obtenido por la Alianza Sarah Wagenknecht, BSW en sus siglas, una escisión de La Izquierda –extrema izquierda en realidad–, la formación heredera del antiguo Partido Comunista de la extinta Alemania Oriental. Su fundadora, que da su nombre al BSW, mantiene un discurso original, mezcla de un anticapitalismo primario con posiciones cercanas a la de Alternativa para Alemania en materia de inmigración.
Más peligrosa es su postura en relación con la invasión rusa a Ucrania: BSW aboga abiertamente por cesar la entrega de armas al país agredido. En todo caso, la fórmula ha convencido a la porción más izquierdista del electorado alemán: con el 2,6 % de los votos, La Izquierda se convierte en irrelevante dentro del mapa político.