Von der Leyen, la líder de derechas que sucumbió ante la izquierda por lograr poder en Europa

Ursula von der Leyen ha ganado las elecciones y, esta vez sí, se ha ganado el derecho de ser candidata a presidir la Comisión Europea. Cinco años atrás la situación era bien diferente, cuando el Partido Popular Europeo venció en los comicios pero Manfred Weber no seducía a los por entonces 28 líderes de los Estados miembro. Fue ahí cuando surgió el nombre de una desconocida ministra alemana que terminó alcanzando el trono en Europa.

Se convirtió en la primera mujer en presidir la Comisión Europea gracias a nueve votos. Necesitaba el apoyo de 374 eurodiputados y fueron 383 los que se pusieron a su favor, en una votación secreta y muy ajustada que le marcó claramente el camino que debía seguir durante la legislatura.

Von der Leyen era consciente de quién le había dado el poder de mando y aprendió pronto a moverse por Bruselas. En los pasillos de la Comisión se premia más el hecho de saber negociar con unos y con otros que la valía de la persona en cuestión, porque la política europea es un mundo de favores en el que es mejor que el balance sea positivo. Cuantos más hagas, más te deberán y así sucumbió pronto la política alemana a los dogmas de la izquierda.

Los que la conocen de cerca aseguran que es «de derechas como pocos», pero no le costó demasiado asumir como propia la lucha ecologista y potenciar un Pacto Verde que fue muy criticado tanto en su propio partido como en la bancada de los conservadores. Le tocó gestionar la situación insostenible de la pandemia, con cada uno de los Estados queriendo hacer la guerra por su cuenta, pero mayor quebradero de cabeza para ella fue la negociación por las vacunas que todavía investiga la Fiscalía Europea. Sin acusaciones formales todavía pero con muchas sombras, el Pfizergate sigue planeando bajo por Bruselas y en el centro de la diana está la presidenta de la Comisión.

Pese a su cercanía a la izquierda como agradecimiento por haberla colocado al frente del Ejecutivo, supo manejarse bien durante el auge de la derecha en Europa. Encontró en Meloni un apoyo que supo cuidar y defender, consciente de la importancia que tendría la italiana en las elecciones europeas. La primer ministro puede tener la llave para formar Gobierno y Von der Leyen no dudó en defenderla de múltiples ataques.

La Comisión Europea fue el culmen a una trayectoria que comenzó en la política alemana. Fue diputada y estuvo a las órdenes de Angela Merkel como ministra de Asuntos Familiares, de Trabajo y también de Defensa antes de dar el salto a Bruselas. Volvía así a su ciudad natal, porque, aunque es alemana, nació en la comuna de Ixelles, donde se crio y estudió sus primeros años. De ahí que hable francés y alemán, además de un perfecto inglés que ha ido perfeccionando a lo largo de los años.

Madre de siete hijos, se crio en una familia de seis y desde pequeña tenía una pasión por los caballos que todavía le dura. Hace poco tenía un poni, Dolly, que murió tras el ataque de un lobo, lo que provocó que cambiara radicalmente su forma de ver el debate sobre la protección del animal y abogase por permitir que fueran sacrificados.