Blinken respalda a Israel y asegura que Hamás impuso «cambios inviables» al pacto de tregua en Gaza
En su octava visita a la región, el secretario de Estado, advirtió al grupo terrorista que «no se le permitirá, decidir el futuro de esta región y de su gente».
El secretario de Estado estadounidense, Antony Blinken, no tira la toalla de la paz, pero culpó desde Doha a Hamás de impedir que se llegue a un acuerdo de tregua tras pedir «numerosos cambios» a la propuesta presentada por Estados Unidos, ya que algunos de ellos no son «viables».
«Numerosos cambios han sido propuestos al acuerdo que está en la mesa y que todo el mundo respalda. Algunos de ellos son cambios viables, pero otros no», afirmó el jefe de la diplomacia estadounidense en una rueda de prensa junto al primer ministro y ministro de Exteriores catarí, Mohamed bin Abdelrahman.
«En el transcurso de la que ya es mi octava visita a la región desde el 7 de octubre, -añadió- todas las personas con las que he hablado han dejado claro que este es el camino que quieren seguir».
Dicho esto, el hombre fuerte en Exteriores de Joe Biden reflexionó: «Ahora, no puedo hablar por Hamás, ni responder por Hamás, y, en última instancia, puede que no sea el camino que Hamás quiera seguir. Pero Hamás no puede y, no se le permitirá, decidir el futuro de esta región y de su gente».
Blinken se encontraba en su gira por Oriente Medio en Catar, uno de los mediadores en el conflicto junto con Estados Unidos y Egipto que examinan actualmente la respuesta de Hamás al plan para un alto el fuego en el territorio palestino.
Hezbolá y Hamás
Por otra parte, el movimiento chiita libanés Hezbolá, aliado de Hamás, lanzó una andanada de proyectiles hacia el norte de Israel un día después de que el ejército israelí matara a uno de sus altos cargos en un ataque.
Osama Hamdan, alto cargo del movimiento islamista, declaró a Afp que las enmiendas propuestas exigen «un alto el fuego permanente y la retirada completa» de las tropas israelíes de Gaza, requisitos que Israel rechaza.
El asesor estadounidense de Seguridad Nacional, Jake Sullivan, indicó que «varias» demandas de Hamás son «menores y no inesperadas», mientras «otras difieren más sustancialmente de lo que fue delineado en la resolución del Consejo de Seguridad de la ONU».
Fases del plan
El plan, anunciado por Biden y respaldado por el Consejo de Seguridad de la ONU y potencias árabes, contempla en una primera fase un alto el fuego de seis semanas, el canje de rehenes por presos palestinos, la retirada del ejército israelí de las zonas pobladas de Gaza y el ingreso de ayuda humanitaria.
Estados Unidos presentó la propuesta como una iniciativa israelí, pero el primer ministro Benjamin Netanyahu, cuyo gobierno cuenta con miembros de extrema derecha que se oponen firmemente al acuerdo, aún no la respaldó formalmente.
La oficina de Netanyahu indicó que iba a convocar una «evaluación de seguridad» el miércoles «a la luz de los acontecimientos en el norte y la respuesta negativa de Hamás sobre la cuestión de la liberación de los rehenes».
Ante ello, Hamás pidió a Estados Unidos presionar a Israel para alcanzar un acuerdo de tregua.
«Pedimos al señor Blinken y a la administración Biden que presionen directamente a Israel», dijo Hamás en un comunicado la madrugada del jueves.
9 meses de guerra
La guerra en Gaza, que ya entró en su noveno mes, también acarreó un repunte de las tensiones en la frontera de Israel con Líbano.
El ejército israelí anunció que unos 150 cohetes fueron lanzados desde Líbano hacia Israel este miércoles por la mañana, después de que un bombardeo israelí matara a un comandante de Hezbolá la víspera en el sur de Líbano.
Algunos fueron derribados y otros impactaron en Israel provocando incendios, indicó la misma fuente, que no informó de víctimas.
Hezbolá también reivindicó más de otros 10 ataques contra el ejército israelí, uno de ellos con drones.
El jefe de su comité ejecutivo, Hashem Safieddin, afirmó que el movimiento «aumentará [sus] operaciones en intensidad, potencia, número y calidad».
Blinken afirmó que «la mejor manera» de resolver los habituales enfrentamientos entre Hezbolá y el ejército israelí es «resolver el conflicto en Gaza y alcanzar un alto el fuego».
La guerra estalló el 7 de octubre cuando milicianos islamistas mataron a 1.194 personas y secuestraron a 251 en el sur de Israel, según un balance basado en datos oficiales israelíes.
El ejército israelí estima que 116 rehenes siguen cautivos en Gaza, aunque 41 de ellos estarían muertos.
La operación lanzada por Israel contra Gaza ha dejado 37.202 muertos, según el Ministerio de Salud de Gaza, gobernada por Hamás.
El Foro de Familias de Rehenes instó a Israel a enviar negociadores lo antes posible, advirtiendo de que «cualquier retraso puede poner en peligro la posibilidad de llegar a un acuerdo».
Algunos habitantes de Gaza pidieron a Hamás que haga más por garantizar un acuerdo.
«Hamás no ve que estamos cansados, muertos, destruidos», declaró un hombre en Gaza, que dijo llamarse Abu Shaker.
«¿A qué están esperando?», añadió. «La guerra debe terminar cueste lo que cueste».
Las fuerzas israelíes mantienen sus operaciones en la Franja, donde un testigo declaró que se estaban produciendo «bombardeos aéreos y de artillería» en Rafah.
Un niño murió en el bombardeo de su casa en esta ciudad del sur del territorio, indicó un médico del hospital Nasser. También hubo tiros de artillería en la ciudad cercana de Jan Yunis, según testigos.
En el norte, la Defensa Civil informó de al menos cuatro muertos en el bombardeo de una casa en Ciudad de Gaza, donde un hospital había reportado anteriormente siete fallecidos.
La ofensiva israelí llevó a una comisión de investigación de la ONU a considerar que Israel es responsable de «crímenes contra la humanidad», incluyendo el de «exterminio», en la Franja de Gaza.
La comisión también acusó a las autoridades israelíes y a siete grupos armados palestinos, incluyendo el brazo armado de Hamás, de crímenes de guerra.
El secretario general de la ONU, Antonio Guterres, declaró que el conflicto ha registrado «un nivel de destrucción y un número de víctimas en la población palestina sin precedentes».
La Organización Mundial de la Salud (OMS) indicó que más de 8.000 niños menores de cinco años recibieron tratamiento por desnutrición aguda en Gaza.