Rishi Sunak defiende su gestión ante un confiado Starmer en el segundo debate electoral
Las encuestas dan como favorito al candidato del Partido Laborista para las elecciones del próximo 4 de julio
El segundo gran evento televisado de la campaña electoral en el Reino Unido ha vuelto a enfrentar a los dos candidatos antes de las inminentes elecciones. Keir Starmer, líder del Partido Laborista, volvió a poner de manifiesto las debilidades de su rival, el primer ministro Rishi Sunak, ganándose el favor de un público que penalizó más los errores del actual gobierno que las imprecisiones de la oposición. Con una cómoda ventaja en las encuestas, Starmer aprovechó las promesas incumplidas de Sunak para afianzarse como la opción favorita de los votantes a tres semanas de las elecciones generales, previstas para el próximo 4 de julio.
Tanto el líder laborista como el primer ministro se sometieron a 45 minutos de entrevista y preguntas del público en Sky News. Sunak reconoció que los últimos 18 meses han sido difíciles y trató de atribuir parte de esas dificultades a los efectos de la pandemia y a la inestabilidad internacional. «Sé que mucha gente lo ha pasado mal, pero creo que hemos pasado página y tenemos un plan claro para el futuro que marcará la diferencia. Un plan para bajar las pensiones, reducir la inmigración y proteger las pensiones», aseguró ante las preguntas de la periodista Beth Rigby.
A pesar de enfrentar críticas, Sunak defendió su gestión y la necesidad de continuar con sus políticas para asegurar un futuro estable. Reconoció que algunas promesas, como la reducción de las listas de espera en el Servicio Nacional de Salud (NHS), no se han cumplido en su totalidad, pero subrayó los esfuerzos realizados para mejorar la situación en medio de desafíos sin precedentes. Atribuyó parte de los problemas a las huelgas de médicos y a la complejidad de la gestión post-pandemia, enfatizando que se está trabajando continuamente para resolver estos problemas.
En cuanto a la inmigración, Sunak recordó que logró reducir las cifras de 2023 en comparación con el año anterior y defendió el plan para deportar solicitantes de asilo a Ruanda como una medida disuasoria crucial. Aunque enfrentó preguntas difíciles sobre la efectividad de su plan y la decisión de convocar elecciones, Sunak mantuvo que su gobierno tiene una visión clara para el futuro.
Starmer, por su parte, se mostró confiado y menos presionado durante el escrutinio del público. Insistió en que no subirá impuestos a las clases trabajadoras y prometió que sus propuestas de gasto estarán compensadas con un mayor combate a la evasión fiscal y con impuestos a los beneficios de las grandes empresas energéticas. «No quiero subir los impuestos, lo que quiero es lograr el crecimiento económico», declaró Starmer, añadiendo que busca un enfoque distinto al de los últimos 14 años para evitar repetir los mismos errores.
Sunak enfatizó la necesidad de estabilidad y continuidad en tiempos difíciles, mientras que Starmer abogó por un cambio de rumbo. Ambos líderes mostraron su compromiso con el bienestar del país, dejando en manos de los votantes la decisión final sobre el camino a seguir en las próximas elecciones generales.