El excandidato presidencial, Rodolfo Hernández
Condenan a 64 meses de prisión a un excandidato presidencial colombiano por corrupción
Según el fallo judicial, Rodolfo Hernández favoreció a terceros, incluido su hijo, en la adjudicación de un contrato
Un juez en Colombia ha sentenciado a Rodolfo Hernández, excandidato presidencial y exalcalde de Bucaramanga, a 64 meses de prisión por corrupción en la adjudicación de contratos durante su mandato como alcalde. Hernández, quien perdió las elecciones presidenciales de 2022 frente a Gustavo Petro, fue declarado culpable de «interés indebido en la celebración de contratos» y también se le prohibió ejercer cargos públicos durante 80 meses.
La condena surge a raíz de un contrato adjudicado para implementar nuevas tecnologías en el tratamiento de residuos sólidos en Bucaramanga, entre 2016 y 2019. Según el fallo judicial, Hernández favoreció a terceros en la adjudicación del contrato, beneficiando económicamente a su hijo al proporcionar información privilegiada a la empresa Vitalogic RSU.
Tras el veredicto, Hernández anunció su intención de apelar, calificando la sentencia como «injusta» y acusando a sus detractores de querer desacreditarlo para equipararlo a la corrupción prevalente en el país. «Nunca me robé un peso, nunca tuve interés indebido. Acudiré a todas las instancias judiciales para demostrar mi inocencia», expresó el excandidato en su cuenta de X.
Durante la audiencia, Hernández reveló que padece de un cáncer terminal, un hecho que añadió más dramatismo a la situación. Hernández, ingeniero civil y empresario, se lanzó a la política nacional con una campaña populista bajo el movimiento Liga de Gobernantes Anticorrupción, llegando a la segunda vuelta electoral en 2022.
El presidente Gustavo Petro, tras conocer la sentencia, expresó su pesar por la situación de Hernández y criticó el sectarismo político que apoyó a su contrincante para evitar un gobierno progresista. Petro subrayó su respeto por la justicia y lamentó que algunos estuvieran dispuestos a llevar al país «al precipicio» por rechazar el cambio.
Este caso marca un capítulo significativo en la carrera política de Hernández y subraya los desafíos continuos en la lucha contra la corrupción en Colombia.
