Farage aspira a convertirse en la oposición al Partido Laborista británico tras las elecciones del 4 de julio
El líder de Reform UK ha confesado que su verdadero objetivo es llegar a convertirse en el primer ministro británico en 2029
El líder de Reform UK, Nigel Farage –conocido por ser el arquitecto del Brexit–, ha presentado, este lunes, su programa de cara a las elecciones del próximo 4 de julio y se ha presentado como el aspirante «radical» a liderar la oposición frente al próximo Gobierno británico, que, según las encuestas, dan como favorito al Partido Laborista británico, de Keir Starmer.
Elecciones Reino Unido
Los nacionalistas de Farage ya superan a los conservadores de Sunak, según una encuesta
Sin embargo, en el acto de presentación del programa de su partido, en Merthyr Tydfil (sur de Gales), Farage reconoció que su «ambición real» son las elecciones generales de 2029, cuando pretende convertirse en primer ministro. «Como partido, somos patriotas sin complejos. Somos radicales en cómo queremos cambiar los servicios públicos, la educación, los impuestos y en nuestra visión del sistema electoral. Se puede ser tradicional y radical al mismo tiempo», aseveró el político.
Las últimas encuestas reflejan que Reform UK se halla cada vez más cerca de sobrepasar al Partido Conservador como segundo partido más votado, pese a lo cual su representación en el Parlamento sería exigua debido al sistema uninominal en el que cada circunscripción elige a un solo diputado.
De hecho, la semana pasado una encuesta elaborada por YouGov para el diario británico The Times, situó en segundo lugar al partido de Farage, por encima del Partido Conservador del primer ministro Rishi Sunak, con un 19 %, un punto por encima de los 'tories'.
Para Farage, el crecimiento de su formación en los sondeos demuestra que ahora Reforma es «la oposición a los laboristas», en un intento por consolidarse como alternativa, recogió Sky News.
Fiel a su retórica, este lunes, el político británico proclamó que quiere que las próximas elecciones sean «las de la inmigración» y que por ello el primer paso sería «congelar» la inmigración neta. Aseguró que los problemas en el Reino Unido tras la salida de la Unión Europea no se deben al Brexit sino a la falta de liderazgo de los sucesivos Gobiernos conservadores desde entonces.
En su 'contrato con el ciudadano' –como han catalogado a su programa– Reform UK promete un «replanteamiento radical» de cómo se usan los servicios públicos, incluido el servicio nacional de sanidad (NHS).
A su juicio, la inmigración está detrás del impacto sobre las listas de espera en la sanidad británica, que debería reformarse siguiendo el modelo de otros países, como Francia. Farage abogó por que el país abandone el Convenio Europeo de Derechos Humanos, al estar «obsoleto».
En cuanto a la economía, el polémico político defendió eliminar los subsidios a las energías renovables para dedicar el dinero a bajar las facturas eléctricas y prometió eximir a las rentas inferiores a 20.000 libras (23.600 euros) anuales del pago de impuestos.
«Estamos del lado de la gente que piensa que el Gobierno es su enemigo», declaró Farage, quien adelantó su intención de suprimir puestos de funcionarios, que al mismo tiempo apuesta por contratar a 30.000 nuevos militares para las Fuerzas Armadas del país.