Las claves del paquete de leyes que dificultará el mandato del nuevo presidente taiwanés
Estas reformas suponen un duro quebradero de cabeza para el Gobierno taiwanés y podrían favorecer las aspiraciones de China en la isla
El Parlamento de Taiwán, de mayoría opositora, ratificó este viernes la aprobación de un polémico paquete de reformas que dota al Legislativo de un mayor poder de control sobre el Gobierno del nuevo presidente, William Lai (Lai Ching-te), considerado como un «secesionista» por las autoridades chinas.
Impulsadas por el Kuomintang (KMT) y el Partido Popular de Taiwán (PPT), fuerzas favorables a estrechar los lazos entre Taiwán y China, las reformas podrían emplearse como un arma arrojadiza contra el actual Ejecutivo soberanista, en un momento particularmente tenso en las relaciones entre Taipéi y Pekín.
Estas son cuatro claves para entender el alcance de estas medidas:
1. ¿En qué consiste el paquete legislativo?
Las reformas ratificadas este viernes refuerzan los poderes de investigación del Yuan Legislativo (Parlamento) y otorgan a sus miembros la capacidad de convocar audiencias públicas, salvo en aquellos asuntos relacionados con las relaciones exteriores o la seguridad nacional que deban mantenerse en secreto.
Asimismo, el presidente tendrá la obligación de acudir a la Cámara para pronunciar un discurso anual sobre el estado de la nación –algo, hasta ahora, opcional– y deberá responder preguntas de los legisladores.
El paquete también contempla una modificación del Código Penal para incluir el delito de «desacato al Legislativo»: los funcionarios que pronuncien declaraciones falsas durante audiencias públicas o al ser interrogados por los legisladores podrán recibir multas de hasta 200.000 dólares taiwaneses (6.188 dólares estadounidenses, 5.773 euros) o ser condenados a una pena de prisión inferior a un año.
2. ¿Por qué ha resultado tan polémico?
El gobernante Partido Democrático Progresista (PDP), que cuenta con 51 de los 113 escaños de la Cámara, argumenta que algunas de las disposiciones incluidas en este paquete podrían ser «inconstitucionales» y «difíciles de implementar», puesto que permitirían al Parlamento actuar como si fuera un «tribunal», violando así la separación de poderes.
Además, durante el trámite de las enmiendas, que se extendió del 17 al 28 de mayo, decenas de miles de taiwaneses salieron a las calles para protestar por lo que, entendían, suponía un «abuso del poder» de los legisladores de la oposición, que habrían aprovechado su mayoría para impulsar su propia versión de las reformas sin la suficiente deliberación parlamentaria.
En este sentido, tanto el KMT como el PPT insistieron una y otra vez en que estas enmiendas resultaban necesarias para corregir la falta de supervisión del Ejecutivo por parte del Legislativo, un «problema de larga data» en la isla.
3. ¿Está China detrás de estas reformas?
La aprobación del paquete legislativo se produjo apenas ocho días después de la toma de posesión de William Lai como nuevo presidente taiwanés, lo que sembró dudas acerca de la posible injerencia de Pekín en su tramitación parlamentaria.
Tanto el KMT como el PPT han rechazado firmemente estas acusaciones, pero lo cierto es que las reformas tomaron impulso después del viaje a China protagonizado por un grupo de legisladores del KMT a finales de abril.
«No es el KMT ni el PPT quienes ocupan la tribuna de oradores. Es Xi Jinping», manifestó el líder del grupo parlamentario del PDP, Ker Chien-ming, en alusión al presidente chino el pasado 21 de mayo, durante la segunda sesión en la que se debatieron estas propuestas.
El KMT (en mandarín, Partido Nacionalista chino), si bien no aboga abiertamente por la «reunificación» con el continente, considera necesario estrechar la cooperación económica y recuperar el diálogo con China, suspendido desde la llegada del PDP al Gobierno en 2016.
4. ¿Qué podría pasar ahora?
Una vez ratificadas, el presidente taiwanés tiene la obligación de firmar la entrada en vigor de estas reformas ante el júbilo de la oposición, que ya se comprometió a lanzar investigaciones para destapar los «casos de corrupción» del partido gobernante.
Con todo, el portavoz del Yuan Ejecutivo (Gobierno), Chen Shi-kai, confirmó que el Gobierno solicitará al Tribunal Constitucional que se pronuncie sobre la legalidad de las enmiendas, mientras que desde el grupo parlamentario del PDP pedirán un «fallo judicial preliminar» para evitar que se implementen.
En caso de que sean declaradas constitucionales, las reformas supondrían un duro quebradero de cabeza para el Gobierno taiwanés y podrían favorecer las aspiraciones de China, que considera a la isla –autogobernada desde 1949– como una «provincia rebelde».