Milei esconde las garras y salva a Sánchez de sus zarpazos en el Casino de Madrid

En el Casino apostaban a una frase demoledora de Javier Milei con dedicación especial a Pedro Sánchez, a «Pedrito», como se refiere al presidente del Gobierno en tono burlón, pero no, no hubo zarpazos ni para él ni para Begoña Gómez. El presidente de Argentina, ya se había despachado a placer al recibir la medalla internacional de la Comunidad de Madrid de manos de Isabel Díaz Ayuso.

Clase magistral de economía argentina y de la otra, reflexiones políticas sin alzar la voz ni hacer aspavientos. Ajuste de cuentas con el peronismo, con los liberales o «libertarados» que no es lo mismo que ser «libertario» y agradecimientos con una formalidad propia de un jefe de Estado que no quiere más guerra.

El discurso de Milei al recibir el premio a la libertad del Instituto Juan de Mariana, fue contenido, técnico, con repaso a la herencia recibida y detalle de los logros conseguidos en estos seis meses de gobierno.

Algunas frases didácticas. «El endeudamiento es profundamente inmoral... Lo que dice es que la fiesta de hoy» significa que «le pasan la cuenta a sus hijos, a sus nietos». Un deseo o misión: «Tenemos que hacer que Argentina vuelva a ser grande nuevamente, vuelva a ser libre nuevamente».

Los oponentes políticos también disparanJavier Milei, presidente de Argentina, en el Casino de Madrid

Previsible la descripción de un escenario bélico de puertas adentro en una Argentina donde a «los problemas» conocidos surgen otros: «Los oponentes políticos también disparan» y «la maquinaria peronista de los saqueos y demás» estaba en marcha, recordó.

Quejas de la prensa

Para el presidente de Argentina su mala relación con la prensa debía ser advertida. La expuso con un rencor de rebelde con causa para él y sin ella para los perjudicados: «Los medios de comunicación se dedican todo el tiempo a estar hablando pestes de nosotros». Milei atribuyó la supuesta inquina a que «decidimos cortar la publicidad oficial» de los medios de comunicación.

Hicimos el ajuste fiscal más grande de la historia de la humanidad, no solamente de la ArgentinaJavier Milei, presidente de Argentina

Inevitable que le diera un zasca a los liberales, «por un lado hablan de libertad y por otro le venden la patente de corso al mejor postor». Una decisión que le produce orgullo: «Hicimos el ajuste fiscal más grande de la historia de la humanidad, no solamente de la Argentina» asumió. Y algunos apuntes para entender «el desastre con el que nos encontramos» tras entrar el 10 de diciembre por la puerta grande la Casa Rosada al aplastar en las urnas a Sergio Massa, el exministro de Economía que le dejó el regalo envenenado de una inflación del 200 por cien. Ahora el país tiene un « 50 por ciento anual», insuficiente pero impresionantes, «una aventura increíble», resumió.

El Milei de anoche no era el de por la tarde con Díaz Ayuso

El Milei de anoche no era el de por la tarde con Díaz Ayuso, era una persona esforzada en enterrar en este viaje la imagen de león que ruge y muerde en carne fresca de «la corrupta» como calificó en mayo a Begoña Gómez, sin mencionarla o el que prefiere olvidar que apenas un puñado de horas antes había llamado «cobarde» a Sánchez por arrojarle a la jauría de sus ministros como represalia.

Ese Milei que iba en serio prefirió no insistir en reabrir la herida que primero le infligió el presidente del Gobierno al despreciarle en público, apostar por Massa, no felicitarle por su victoria en las urnas y no recriminar ni sancionar a Óscar Puente por sugerir que era un drogadicto. Este otro Milei eligió no decir lo que proclamaba, con razón, en Argentina, que Sánchez y su ministro fueron los que dispararon primero.

Quizás, sólo quizás, esta despedida de la visita relámpago de Javier Milei pueda ser el preludio, si no de una hermosa amistad, sí de una tregua. Pero, como la mayoría, tendrá los días contados.