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William Lai, presidente de Taiwán

William Lai, presidente de TaiwánSam Yeh / AFP

El presidente de Taiwán provoca a China: «La democracia no es un crimen, el autoritarismo sí»

Las declaraciones de William Lai tienen lugar después de que China publicase el viernes pasado un conjunto de directrices judiciales destinadas a los «separatistas de Taiwán», que incluyen la pena de muerte

El presidente de Taiwán, William Lai (Lai Ching-te), ha condenado enérgicamente las amenazas chinas de imponer la pena de muerte contra los «secesionistas» de la isla. El mandatario, considerado como un «alborotador» por las autoridades de Pekín, afirmó en una conferencia de prensa que China «no tiene ningún derecho a sancionar al pueblo taiwanés por sus convicciones ni a perseguir a los ciudadanos taiwaneses más allá de sus fronteras».

«La democracia no es un crimen, el autoritarismo sí lo es. Según China, no apoyar la unificación equivale a ser independentista. No importa si se es partidario de Taiwán, de la República de China (nombre oficial de Taiwán) o de la República de China en Taiwán, todos son considerados independentistas por China», manifestó Lai desde el Palacio Presidencial de Taipéi, según recoge EFE.

El presidente isleño, quien asumió el cargo el pasado 20 de mayo en sustitución de Tsai Ing-wen (2016-2024), pidió nuevamente al Ejecutivo chino que «reconozca la existencia de la República de China» y dialogue con el Gobierno «legítimo y democráticamente elegido» de Taiwán.

«Esta es la manera correcta de mejorar el bienestar de la gente a ambos lados del estrecho. De lo contrario, las relaciones entre Taiwán y China se distanciarán cada vez más», recalcó.

Amenaza de pena de muerte

Las declaraciones de William Lai tienen lugar después de que China publicase el viernes pasado un conjunto de directrices judiciales destinadas a los «separatistas de Taiwán» que «inciten o lleven a cabo actos de secesión».

Las medidas, que incluyen la posibilidad de la pena de muerte y juicios en ausencia para los acusados, entraron en vigor de inmediato. Pekin defiende que Taiwán es parte de su territorio y no descarta el uso de la fuerza para retomar el control de la isla.

En los últimos años ha intensificado la presión sobre Taipéi, y efectuó maniobras militares alrededor de la isla poco después de que Lai llegara al poder en mayo. El Partido Progresista Democrático de Lai ha defendido la soberanía de Taiwán.

Pekín no ha tenido conversaciones de alto nivel con Taipéi desde 2016, cuando llegó al poder la expresidenta Tsai Ing-wen, antecesora de Lai. China ha descrito a Lai como un «peligroso separatista» y denunció que su discurso inaugural fue una «confesión de la independencia de Taiwán».

En ese discurso, Lai señaló una apertura para retomar el diálogo con Pekín y pidió a las dos partes realizar intercambios.

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