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El primer ministro de Israel, Benjamin Netanyahu@netanyahu

Guerra en Israel

Primero fue el jefe del Mosad y ahora el del Shin Bet: negociaciones en el Cairo con Hamás

Netanyahu suma los principales responsables de dos de sus servicios de inteligencia al equipo de negociación con los mediadores para lograr la liberación de los rehenes secuestrados desde el 7 de octubre

Las negociaciones para frenar la guerra con Hamás transcurren con discreción, pero parece que avanzan. Israel ha confiado a los máximos responsables de dos de sus servicios de inteligencia la misión más delicada: discutir y tratar de llegar a un acuerdo con los mediadores cataríes.

Este fin de semana David Barnea, director del Mosad, abandonó Doha después de participar de una mesa negociadora con el gobierno de Qatar. No fue acompañado de ningún miembro del equipo negociador que busca un acuerdo para que Hamás libere a los rehenes que mantiene secuestrados desde el 7 de octubre. Cuántos quedan con vida es un enigma.

Barnea se reunió con el primer ministro y jefe de la diplomacia catarí, Mohamed bin Abdulrahman al Thani y tiene previsto regresará a Qatar esta semana con todo el equipo negociador. Entre estos, el mayor general Nitzan Alon, que supervisa las conversaciones en nombre del Ejército.

Se desconoce si sus gestiones fueron satisfactoria, pero todo indica que todavía no llegaron a buen puerto. Eso explicaría que el máximo responsable del Shin Bet -la agencia de seguridad interna de Israel-, Ronen Bar, viajara anoche a El Cairo para participar en otra ronda de negociaciones.

La propuesta es lograr un alto el fuego que permita llevar el intercambio de rehenes israelíes a cambio de presos palestinos, según informó a última hora del domingo el medio local Walla y reproduce Efe.

La seleción de presos palestinos

Según Walla, Bar fue a Egipto para seleccionar los nombres de los prisioneros palestinos que serían liberados de producirse un acuerdo, así como sobre el control en un futuro del paso de Rafah, en el extremo meridional de la Franja y fronterizo con el vecino sur de Israel.

Este cruce constituía el principal acceso de ayuda humanitaria a una Gaza devastada, en la que ya han muerto, según Hamás, más de 38.100 palestinos, hasta que fue cerrado poco después de que Israel lanzara su ofensiva sobre la ciudad de Rafah.

El primer ministro israelí, Benjamín Netanyahu, publicó el domingo una lista de sus líneas rojas de cara a las negociaciones, entre ellas evitar el contrabando de armas desde Egipto a Gaza a través de este paso fronterizo.

Estados Unidos

Egipto acogerá en los próximos días delegaciones de Estados Unidos e Israel para abordar los «puntos pendientes» sobre un posible alto el fuego en la Franja de Gaza.

«Estamos más cerca que nunca», llegó a decir el ministro de Defensa israelí, Yoav Gallant, sobre el posible acuerdo con Hamás.

Si bien ambas partes ven de forma positiva la última ronda de negociaciones, insisten en las que vienen siendo sus líneas rojas desde hace meses: para Hamás, alcanzar el fin definitivo de la guerra en Gaza y, para Israel, lograr sus objetivos de guerra (acabar con las capacidades militares y de gobierno de los islamistas, rescatar a todos los rehenes y garantizar el retorno seguro de los evacuados en el norte y sur del país a sus casas).

«Cualquier acuerdo permitirá a Israel retomar los combates hasta que todos los objetivos de la guerra sean alcanzados», incidió ayer Netanyahu.