Diferentes países del mundo se unen en condenar el ataque ruso a un hospital infantil ucraniano

Japón, México y Australia han condenado enérgicamente el ataque perpetrado por Rusia contra el Hospital Pediátrico Ojmatdit de Kiev, un acto que ha dejado al menos 37 muertos y 170 heridos. Este ataque forma parte de una ofensiva multiobjetivo llevada a cabo el lunes, que también afectó a otras ciudades ucranianas como Dnipró y Krivi Rig, ciudad natal del presidente ucraniano, Volodímir Zelenski.

El gobierno japonés, a través del portavoz Yoshimasa Hayashi, declaró que los ataques de Rusia son injustificables y han causado graves consecuencias entre los ciudadanos de Ucrania. Hayashi hizo un llamado a tomar medidas contundentes y a la cooperación internacional, especialmente de los países del G7, para poner fin a la invasión rusa y lograr una paz justa y duradera en Ucrania. Japón espera que la reunión del Consejo de Seguridad de la ONU, programada para este martes, adopte medidas adecuadas en respuesta a la ofensiva rusa.

México, por su parte, también condenó el ataque a través de un comunicado de la Secretaría de Relaciones Exteriores. El gobierno mexicano expresó sus condolencias al pueblo ucraniano y manifestó su solidaridad con las familias afectadas. Reprobó cualquier tipo de ataque contra objetivos civiles y exigió el apego estricto a los códigos de conducta del derecho internacional humanitario.

La ministra de Exteriores de Australia, Penny Wong, calificó de «abominables» los ataques con misiles de Rusia contra varias ciudades ucranianas, incluidos hospitales. Wong subrayó el apoyo continuo de Australia al pueblo de Ucrania frente a la guerra ilegal e inmoral de Rusia, y destacó que su país es uno de los mayores contribuidores de ayuda a Kiev fuera de la OTAN, con más de 1.000 millones de dólares australianos destinados a armamento, municiones, vehículos militares y ayuda humanitaria.

El presidente ucraniano, Volodímir Zelenski, confirmó en su canal de Telegram que el ataque dejó 37 muertos, incluidos tres niños, y 170 heridos. Este ataque masivo ocurrió justo antes de la cumbre de la OTAN en Washington, donde los países miembros discutirán cómo seguir ayudando militarmente a Ucrania.