Fundado en 1910

El presidente de Hungría, Viktor Orbán, junto a su homólogo chino, Xi Jinping, en PekínAFP

La Unión Europea reprocha a Orbán sus viajes a China y Rusia

El presidente de Hungría defiende que se encontraba en una «misión de paz»

El presidente de Hungría, Viktor Orbán, posee un don especial para descolocar a los Veintisiete. La Unión Europea no ha visto con muy buenos ojos el viaje del mandatario húngaro a Rusia y China, donde ha mantenido sendos encuentros con Vladimir Putin y Xi Jinping, los dos grandes antagonistas de Occidente.

Orbán, que además acoge la presidencia semestral del Consejo de la UE, ha insistido en que se encontraba en una «misión de paz». Pero Bruselas ha exigido explicaciones al presidente magiar. De hecho, los ministros de Relaciones Exteriores de la UE tienen en agenda una reunión esta semana en Bruselas, y los diplomáticos han adelantado que varios países pretenden cuestionar a los húngaros por la gira.

«Orban está troleando, haciendo su juego... Queremos mostrarle una tarjeta amarilla y decirle que sabemos de qué va», reconoció a la agencia de noticias France-Presse un diplomático que solicitó no ser identificado.

Otro diplomático europeo apuntó que «las tensiones son muy altas», y recordó que en sus reuniones Orbán utilizó el logotipo de su país como presidente de la UE, detalle que sugeriría un carácter equívoco a los encuentros.

Los viajes del presidente húngaro a Rusia y China en el inicio de la presidencia rotativa semestral de la UE tomaron a muchas capitales por sorpresa.

Las explicaciones de Orbán

Orbán, por su parte, envió al presidente saliente del Consejo Europeo, Charles Michel, una carta con detalles de los comentarios formulados por Vladimir Putin durante su reunión en Moscú, referidos a la guerra en Ucrania.

El presidente húngaro aseguró a Michel que en sus conversaciones con Putin no presentó «ninguna propuesta ni articulé ninguna opinión a nombre del Consejo Europeo o la Unión Europea».

«La propuesta de paz chino-brasileña está siendo considerada por el lado ruso, y están listos para intercambiar puntos de vista», señaló Orbán, que no ofreció ningún detalle de ese plan.