La Eurocámara reelige a Roberta Metsola como presidenta e Irene Montero sufre su primera derrota en Europa

No ha habido sorpresas y la maltesa Roberta Metsola continuará como presidenta del Parlamento Europeo tras haber sido reelegida por el hemiciclo en la primera sesión de la legislatura. La candidata del Partido Popular Europeo se impuso a Irene Montero, que fue propuesta a última hora por el grupo de la Izquierda, y seguirá al frente durante dos años y medio.

Metsola recibió 562 votos frente a los 61 que obtuvo Irene Montero y las 76 abstenciones. Se confirma así lo esperado y la candidata popular será la que comience la legislatura en la presidencia, al menos hasta enero de 2027, cuando, según la tradición, deberá dimitir para ceder el testigo a algún miembro del grupo de los socialistas.

Esa costumbre de que la presidencia se reparta entre el PPE y S&D se mantendrá mientras esta legislatura no sea diferente, como venían anticipando los grupos de derecha. Tanto los conservadores como la derecha querían acabar con la tradición del reparto, por lo a día de hoy queda en el aire lo que pueda ocurrir hasta dentro de dos años y medio.

La reelección de Metsola entraba dentro de lo previsto y continuará así en el cargo hasta cumplir los cinco años. Será la segunda persona que ocupe durante tanto tiempo la presidencia, algo que solo había hecho hasta ahora el socialista Martin Schulz. El alemán encadenó el final de la séptima legislatura con la octava, al igual que la maltesa ha hecho entre la novena y la décima.

Los votos de Metsola se han basado en los apoyos que le han llegado por parte de los populares, socialistas y liberales, aunque también habrá arrastrado algunos votos por parte de los grupos de derecha, teniendo en cuenta que la otra candidata era Irene Montero. La votación secreta y en urna, sistema poco habitual en la Eurocámara, impide que se conozca el origen exacto de los apoyos.

En su discurso, la maltesa prometió «trabajar incansablemente» para formar un Parlamento «fuerte» que una a las personas. «Eso es lo que los tratados pretenden que seamos y eso es lo que la gente necesita que seamos. No podemos aceptar que nuestro papel como parlamentarios se diluya», destacó la presidenta reelegida ante el hemiciclo.

Por su parte, Irene Montero centró su alocución en hablar de Gaza y del «Estado genocida» de Israel, de vencer a la extrema derecha «desde la izquierda» y de garantizar una Europa «antirracista y de acogida», ya que las personas inmigrantes «no son una amenaza». Reivindicó una Europa feminista, libre de violencias machistas, con acceso a un aborto legal, seguro y gratuito, antirracista y en paz que no convenció al resto del hemiciclo. Era la primera aparición de la exministra de Igualdad en la Eurocámara y ya ha sufrido su primera derrota.