El presidente que debe elegir
Schiff, el senador en contra de Biden: «EE.UU está en una encrucijada»
Pese a no pertenecer a un estado clave pide al presidente «que se eche a un lado» mientras alaba su mandato
adam Schiff, candidato a senador por el estado de California, ha sido el primero que ha alzado la voz para pedir una renuncia (digna) de Biden ante un posible descalabro electoral.
Su testimonio, aunque destacado y valiente, no será fundamental ya que no forma parte de ninguno de los estados clave en los que se jugará las elecciones de Estados Unidos del próximo noviembre. Schiff se ha postulado cercano a Nancy Pelosi. Ambos elogian la trayectoria de su jefe, pero elegantemente le solicita que se retire.
La conocida expresidenta de la Cámara de Representantes, de 84 años, opinó en una entrevista de televisión en la cadena MSNBC en una actitud poco concisa que «el presidente debía decidir rápido si se presentaba o no» a una futura reelección. Mientras alababa su papel en la última reunión de la OTAN en Washington en la que confundió a Zelenski con Putin.
Para las innumerables meteduras de pata presidenciales, en general, han sido pocas las voces que se han reunido en contra de la presentación del sempiterno político como candidato. Sobre todo, si tenemos en cuenta la debacle de su primer debate preelecciones ante Trump.
Sea como fuere, han tenido que pasar casi seis días hasta que ha aparecido la primera voz discordante tras el intento de asesinato contra Donald Trump. Schiff se ha atrevido a hablar a pesar de ser uno de los mayores detractores contra Trump. Incluso formó parte del grupo gestor del impeachment durante uno de los juicios políticos contra el expresidente.
Este senador advierte que «Biden debería tomarse un momento para hacer el juicio mejor informado sobre el futuro de su campaña». También, se mostró preocupado: «Una segunda presidencia de Trump socavaría los cimientos mismos de nuestra democracia, y tengo serias preocupaciones sobre si el presidente puede derrotar a Donald Trump en noviembre».
Entretanto, un comedido Mr.Trump, que no ha tensionado el ambiente desde que dispararan contra él ocho tiros, se frota las manos listo para intervenir el jueves en la Convención Republicana.