Crisis en Venezuela
Maduro expulsa a los embajadores de Argentina, Chile, Costa Rica, Perú, Panamá, Dominicana y Uruguay
Además, suspende los vuelos de entrada y salida de Panamá y República Dominicana
El gobierno venezolano, encabezado por Nicolás Maduro, demandó este lunes el retiro inmediato de los representantes diplomáticos de Argentina, Chile, Costa Rica, Perú, Panamá, República Dominicana y Uruguay. Esta acción se produjo en respuesta a las «injerencistas acciones y declaraciones» de estos países sobre los resultados de las elecciones presidenciales del domingo pasado.
En un comunicado oficial, el Ejecutivo venezolano anunció también la retirada de todo su personal diplomático de las misiones en los mencionados países latinoamericanos. El gobierno subrayó su determinación de «hacer respetar, preservar y defender nuestro derecho inalienable a la autodeterminación», prometiendo enfrentar cualquier acción que amenace el clima de paz y la convivencia en Venezuela.
La declaración venezolana expresó un rechazo contundente hacia lo que describió como «injerencistas acciones y declaraciones de un grupo de Gobiernos de derecha, subordinados a Washington». Acusó a estos gobiernos de intentar desconocer los resultados electorales, los cuales fueron oficialmente ratificados por el Consejo Nacional Electoral (CNE) de Venezuela.
El CNE proclamó a Maduro como presidente tras anunciar el domingo por la noche que el mandatario, en el poder desde 2013, ganó con el 51.2 % de los votos. Sin embargo, estas cifras se dieron a conocer cuando aún faltaban por contar más de dos millones de votos, y no se especificó el destino de 2,394,268 votos no informados. El candidato de la oposición, Edmundo González Urrutia, recibió el 44.2 % de los sufragios, según el único reporte público del CNE.
La reacción de los países al sur de América fue rápida y crítica. Gobiernos como los de Uruguay, Argentina, Costa Rica, Ecuador, Guatemala, Panamá, Paraguay, Perú y República Dominicana expresaron su profunda preocupación por la conducción de las elecciones. Estos países pidieron una revisión exhaustiva de los resultados y solicitaron una reunión urgente de la Organización de Estados Americanos (OEA) para abordar la situación.
Esta escalada diplomática marca una nueva fase de tensiones internacionales en torno a Venezuela, cuyo proceso electoral ha sido objeto de controversia y escepticismo a nivel global. Mientras tanto, la comunidad internacional observa con atención el desarrollo de los acontecimientos y las posibles repercusiones en la estabilidad regional.