Perfil
Amoroso, el Elvis venezolano que cantó el escrutinio desafinado de Maduro
El presidente del Centro Nacional Electoral (CNE) es el responsable de la inhabilitación de María Corina Machado de, al menos, una quincena de candidatos más y del cierre y censura a la prensa
Con ese nombre cualquiera podría imaginar que tiene un carácter afable, buen tono y hasta sentido del ritmo, pero no, el Elvis venezolano carece de todas esas virtudes y lo de Amoroso, tampoco encaja mucho con su biografía. El presidente del Centro Nacional Electoral (CNE) es el responsable de la inhabilitación de María Corina Machado y de, al menos, una quincena de candidatos más.
Este artista de los guarismos electorales es el mismo que proclamó a Nicolás Maduro vencedor de esa parodia de elecciones que se celebraron en Venezuela el pasado domingo.
Entre las virtudes de este chavista de primera hora destaca su habilidad para censurar medios de comunicación y amordazar periodistas. Entre sus defectos o fracasos, no perdona haberse quedado con las ganas de ocupar una butaca en la Corte Suprema. Y eso que Cilia Florez, la mujer de Maduro es su gran amiga.
Él, Elvis Amoroso, fue el encargado de invitar a una delegación de la Unión Europea a observar los comicios y el mismo en «desinvitarlos», salvo que el encargo se lo hiciera a alguno de los subalternos que la noche de las elecciones se retrataban en los ordenadores del CNE con algún pulgar hacia arriba y felices sonrisas, mientras en las pantallas salían reflejadas «los quesitos» de porcentajes azules de Edmundo González Urrutia (Plataforma Unitaria Democrática), más cerca en esas imágenes del cielo de la victoria del recuento que del infierno en el que parecían quedar las rojas de Nicolás Maduro
Elvis Amoroso, de 60 años, está en la lista negra de Estados Unidos y lo estuvo en la de la Unión Europea hasta que Bruselas quiso creer que un poco de guante de seda iba a ayudar a que en Venezuela se celebrasen elecciones limpias. Se equivocó con las dos hipótesis.
La carrera de fraudes electorales de Elvis Amoroso es intensa, como lo son sus operaciones para blanquear capitales
La carrera de fraudes electorales de Elvis Amoroso es intensa, como lo son sus operaciones para blanquear capitales. Chavista de cuna, en los años 90 fue cofundador con Hugo Chávez del Movimiento Quinta República. Con el tiempo llegó al Congreso de diputados y pudo recoger su acta, legítima, en 1994. Sería el principio de un ascenso y enriquecimiento, a lo bolivariano: meteórico.
Formada por un círculo de empresarios, economistas y profesionales que empezarían a llenarse los bolsillos con las riquezas de esa Venezuela que todavía hoy posee, en potencia, las reservas de crudo más importantes del mundo. En ese proceso que ha cumplido 25 años, estaba Elvis.
La hoja de ruta chavista, con el entierro de «esta Constitución moribunda», como diría Chávez en el acto de su primera investidura, supuso una nueva Constitución, la reformulación de las instituciones y el surgimiento del socialismo del siglo XXI. En esa transición que ha llevado a Venezuela a donde está hoy, vuelve a figurar el nombre de Elvis Amoroso.
Peldaño a peldaño, este peso pesado dentro del Partido Socialista Unido de Venezuela (PSUV), escaló hasta donde está hoy el epicentro del descomunal fraude que ha obligado al Centro Carter, a renunciar a presentar su informe preliminar de las elecciones y a retirar a toda su delegación de Venezuela
El Congreso, con Hugo Chávez, pasó a llamarse Asamblea Nacional y en la Controlaría General Amoroso fue designado el jefe, el encargado de despachar/inhabilitar a los enemigos del régimen. De ahí pasó a ser presidente del Consejo Moral de la República, nombre quizás inspirado en la Policía de la Moral iraní, país con el que Venezuela mantiene estrechas relaciones, aunque eso, es otro cantar. El resto de su historia, la de este Elvis venezolano, ya está contado.