Suben a 400 los muertos en Bangladesh en las protestas tras la salida de la ministra Hasina
La raíz de estas manifestaciones masivas se encuentra en una decisión del Tribunal Supremo de restablecer una cuota de empleo del 30 % para los descendientes de los combatientes por la independencia de 1971
Bangladesh atraviesa una crisis de violencia tras la reciente dimisión y salida del país de la primera ministra Sheikh Hasina, lo que ha desencadenado disturbios generalizados y enfrentamientos en las calles. En las últimas 24 horas, se ha registrado un saldo de más de 400 muertos.
Los disturbios, que se intensificaron después de la salida de Hasina, han dejado al menos 99 fallecidos entre el lunes y el martes. Este aumento en el número de víctimas convierte estos días en unos de los más letales desde que se iniciaron las protestas contra el gobierno hace un mes.
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El Hospital General del distrito de Jashore Occidental reportó un grave incidente en el que 20 personas murieron quemadas tras un incendio en un hotel, supuestamente propiedad de un miembro de la Liga Awami, el partido de la ex primera ministra. Harun-or-Rashid, superintendente del hospital, confirmó que también han tratado a más de cien heridos, de los cuales 30 están en estado crítico.
Simultáneamente, la violencia ha sido especialmente intensa en Daca y sus alrededores, donde el Hospital de la Facultad de Medicina ha recibido 41 cadáveres desde el inicio de los disturbios el lunes. Bacchu Mia, del puesto policial del hospital, confirmó estos decesos y añadió que otros cinco cadáveres fueron ingresados el lunes por la noche, y seis personas fallecieron mientras recibían tratamiento en el Hospital de la Facultad de Medicina de Enam en Savar.
La raíz de estas manifestaciones masivas se encuentra en una decisión del Tribunal Supremo de restablecer una cuota de empleo del 30 % para los descendientes de los combatientes por la independencia de 1971, una política percibida como favorable a los partidarios de Hasina. Esta resolución judicial, junto con la larga permanencia de Hasina en el poder, ha exacerbado el descontento social, que explotó en forma de protestas a principios de julio.
A pesar de los esfuerzos del Ejército y de líderes estudiantiles para calmar la situación, la violencia en las calles ha persistido. La renuncia de Sheikh Hasina, quien había gobernado durante 15 años, dejó un vacío de poder en un momento crítico, exacerbando la inestabilidad política. Hasina, una de las figuras políticas más duraderas del sur de Asia, decidió abandonar su cargo y salir del país, en medio de una situación que ha llevado a Bangladesh a un estado de caos y desorden sin precedentes.