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Alberto Fernández

Alberto FernándezAFP

La Justicia argentina impide a Alberto Fernández abandonar el país ante la denuncia de su expareja

Su expareja, Fabiola Yáñez, le ha confesado al juez federal que está sufriendo «terrorismo psicológico» por parte del político peronista, que tilda de falsa la denuncia

El expresidente argentino, Alberto Fernández, no podrá salir del país por una orden judicial dictada este martes por la denuncia de su expareja, Fabiola Yáñez, por violencia machista.

El juez federal, Julián Ercolini, ha sido quien ha dictado la orden por la que el exmandatario no podrá salir de Argentina ni acercase a Yáñez, que reside en Madrid con el hijo de ambos, Francisco. La medida judicial apunta que «tal prohibición de acercamiento importa suspender todo tipo de contacto físico, telefónico por línea fija y/o celular, por correo electrónico, sistema de mensajería de texto y/o voz a través de cualquier plataforma, por vía de terceras personas y/o por cualquier otro medio que signifique una intromisión injustificada».

El móvil de la secretaria de Fernández

De la misma forma, Ercolini mandó cesar a Fernández «en los actos de perturbación o intimidación que, directa o indirectamente, realice hacia Fabiola Yáñez, tanto en el espacio analógico como en el digital». Igualmente, ha pedido al ministerio de Seguridad de Argentina que aporte los medios necesarios para reforzar la custodia de Yáñez.

El magistrado refiere en su escrito que la causa se inició después de haber encontrado, en el marco de otra investigación judicial sobre un presunto tráfico de influencias de Fernández, «conversaciones e imágenes que indicarían la posible comisión del delito de lesiones leves en un contexto de violencia de género».

En el teléfono móvil de María Cantero, secretaria del expresidente, fue donde se encontraron fotografías de Yáñez con signos de violencia en su cuerpo, así como conversaciones tanto de texto como de audio en la entonces primera dama argentina acusaba a Fernández por los supuestos golpes recibidos en la residencia presidencial de Olivos.

Cambio de opinión

Sin embargo, el pasado 1 de julio, Ercolini archivó el expediente porque Yáñez manifestó no querer llevar a cabo ninguna acción penal. Según contó el propio juez, este martes, ella le confesó estar padeciendo «terrorismo psicológico», así como acoso telefónico de manera diaria por parte de Fernández.

«Ante ello, fue interrogada acerca de si, en esta oportunidad, deseaba instar la acción penal, a lo que la compareciente manifestó expresamente que, a raíz de lo ocurrido, sí deseaba hacerlo», revelaba el documento judicial.

Por su parte, el político peronista emitió un comunicado en su cuenta de X, en el que se defendía, apuntando que «la verdad de los hechos es otra». Así, dice el expresidente, aportará pruebas que apoyarán su versión.

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