Maduro ordena el bloqueo de la red social X durante diez días
El presidente acusó directamente a Elon Musk de ser parte de un «golpe de Estado cibernético» orquestado para socavar su mandato y desestabilizar al país
El presidente de Venezuela, Nicolás Maduro, anunció este jueves la suspensión temporal de la red social X, antes conocida como Twitter, en todo el territorio venezolano. La medida, que estará vigente durante 10 días, fue tomada con el objetivo de que la empresa, propiedad del magnate sudafricano Elon Musk, presente los «recaudos» y cumpla con las normativas exigidas por las autoridades venezolanas.
Durante un acto político transmitido en cadena nacional, Maduro explicó que firmó la orden de suspensión tras recibir una propuesta de la Comisión Nacional de Telecomunicaciones (Conatel). Según el mandatario, esta acción es necesaria para «hacer respetar las leyes» y frenar lo que él describe como una campaña internacional de desestabilización dirigida contra su gobierno.
«Fuera X por 10 días de Venezuela, para que presenten los recaudos y para establecer la medida administrativa definitiva. Ya basta de tratar de sembrar la violencia, el odio, de tratar de atacar a Venezuela desde el exterior», declaró Maduro. El presidente acusó directamente a Elon Musk de ser parte de un «golpe de Estado cibernético» orquestado para socavar su mandato y desestabilizar al país.
Maduro también aprovechó la ocasión para lanzar críticas más amplias contra las grandes plataformas de redes sociales, incluyendo WhatsApp, Instagram y TikTok. Según el presidente venezolano, estas plataformas actúan como «multiplicadores de odio» y son utilizadas para atacar a su gobierno desde el extranjero. En este sentido, Maduro expresó su deseo de que en el futuro surjan «nuevas redes sociales, venezolanas», que permitan al país liberarse de la influencia de lo que él considera «agentes externos».
El anuncio de la suspensión de X se produce en un contexto de creciente tensión política en Venezuela, luego de que Maduro fuera proclamado ganador de las elecciones del 28 de julio. Su victoria ha sido ampliamente cuestionada por la oposición mayoritaria, así como por observadores internacionales y varios gobiernos extranjeros, que han denunciado irregularidades y fraude en el proceso electoral.
El presidente ha señalado que estas protestas forman parte de un plan más amplio de la oposición y sus aliados internacionales para desconocer su reelección y promover un cambio de régimen en Venezuela. Maduro insistió en que su gobierno no cederá ante lo que considera un «golpe fascista y criminal» y reafirmó su compromiso de «derrotar el golpe de Estado cibernético» que, según él, se está gestando a través de las redes sociales.