Rusia condena a 12 años de prisión a una mujer acusada de alta traición por donar 47 euros a una ONG ucraniana

Una corte rusa sentenció este jueves a Ksenia Karélina, una ciudadana con doble nacionalidad ruso-estadounidense, a 12 años de prisión bajo cargos de alta traición. Según la acusación, Karélina, de 33 años, había transferido 51,80 dólares al ejército ucraniano, lo que fue interpretado como un acto de apoyo a un enemigo del Estado ruso.

Inicialmente, la Fiscalía había solicitado una pena de 15 años de cárcel para Karélina. Su arresto ocurrió en enero en la ciudad de Yekaterimburgo, situada en la región de los Urales. En un primer momento, fue detenida durante 14 días por cargos menores de alteración del orden público. Sin embargo, en febrero, las autoridades intensificaron las acusaciones, enviándola a prisión preventiva y acusándola de alta traición. El motivo principal fue su envío de fondos a Ucrania, que supuestamente serían utilizados para adquirir suministros, equipo militar, municiones y armas.

El monto exacto transferido por Karélina no ha sido revelado por su defensa. No obstante, el grupo de derechos humanos ruso, Pervi Otdel, indicó que el 24 de febrero de 2022, justo el día en que comenzó la invasión rusa a Ucrania, Karélina envió 51,8 dólares a la organización «Razom for Ukraine» (Juntos por Ucrania), una fundación creada por ucranianos residentes en Estados Unidos.

Este veredicto se emite tan solo dos semanas después de un significativo intercambio de prisioneros entre Rusia y Occidente, el mayor de este tipo desde 1985, que involucró a 24 personas. Entre los intercambiados se encontraban tres ciudadanos estadounidenses, incluyendo al periodista Evan Gershkovich, quien también fue arrestado en Yekaterimburgo bajo acusaciones de espionaje.

De acuerdo con el portal E1.ru, Karélina confesó su culpabilidad, con la esperanza de ser incluida en un futuro intercambio de prisioneros entre Moscú y Washington. Tanto el gobierno estadounidense como la oposición rusa han criticado al Kremlin, acusándolo de utilizar a presos políticos y ciudadanos extranjeros como moneda de cambio para negociar la liberación de rusos encarcelados en países occidentales.