Miles de venezolanos salen a la calle en todo el mundo para plantarle cara al chavismo
Ciudades de todo el mundo se han llenado de protestas contra el régimen de Maduro y el reconocimiento a Edmundo González como vencedor de las elecciones
Este sábado, miles de venezolanos se congregaron en las principales capitales y ciudades del mundo, en una manifestación global contra lo que consideran un «fraude» perpetrado por el gobierno de Nicolás Maduro en las elecciones presidenciales del pasado 28 de julio. Desde Nueva York hasta Tokio, pasando por Madrid y Caracas, los manifestantes exigieron el reconocimiento del opositor Edmundo González Urrutia como el legítimo presidente de Venezuela, rechazando los resultados oficiales que declararon a Maduro como vencedor.
En Caracas, la capital venezolana, se vivió una jornada especialmente emotiva. La Plataforma de Unidad Democrática (PUD), la coalición opositora más grande del país, convocó una masiva movilización para reclamar lo que consideran la verdadera victoria de González Urrutia. La gran sorpresa del día fue la reaparición de María Corina Machado, una de las líderes más emblemáticas de la oposición, quien había estado fuera del ojo público durante dos semanas por temor a represalias. Machado, aclamada por miles de sus seguidores, subió al famoso camión de campaña que la ha acompañado durante años y, con firmeza, denunció el fraude electoral y celebró lo que llamó «la gesta cívica más grande de la historia de Venezuela».
«Pensaron que, persiguiendo a nuestros testigos, no conseguiríamos nuestras actas, pero en 24 horas las teníamos digitalizadas», exclamó Machado, alentando a los manifestantes a seguir adelante con la lucha pacífica. Junto a ella estaban destacados opositores como Delsa Solórzano y Biagio Pilieri, quienes apoyaron el llamado a continuar la protesta pacífica contra el régimen de Maduro.
Aunque Caracas fue el epicentro de las manifestaciones, la protesta más numerosa fuera de Venezuela tuvo lugar en Madrid. Unas 15,000 personas, según datos de la delegación del gobierno, abarrotaron la icónica Puerta del Sol, coreando consignas como «Libertad» y «Fuera Maduro». Entre los manifestantes se encontraban figuras del exilio venezolano, como Leopoldo López y Antonio Ledezma. Este último expresó su agradecimiento por el apoyo internacional y describió las manifestaciones como parte de una «batalla épica» contra Maduro.
En Madrid, la presidenta de la Comunidad de Madrid, Isabel Díaz Ayuso, aprovechó la ocasión para pronunciar un enérgico discurso, en el que criticó duramente tanto al gobierno español como al expresidente socialista José Luis Rodríguez Zapatero. «No actúan porque su maestro Zapatero tiene mucho que callar», declaró Ayuso, refiriéndose a lo que describió como los oscuros negocios e intereses que el exmandatario mantendría con el régimen chavista. Ayuso también lamentó que el gobierno de España «no haya estado siempre ahí» para apoyar al pueblo venezolano, criticando la falta de una postura más firme por parte de la izquierda española en defensa de la libertad en Venezuela.
«Nos avergüenza que un exdirigente socialista haya apoyado públicamente la dictadura de Maduro», reiteró Ayuso, quien además instó al gobierno español a ponerse «a la cabeza» de la exigencia de transparencia y justicia en Venezuela. Según la presidenta madrileña, España tiene un deber moral con Venezuela, un país cuya historia está profundamente entrelazada con la de América Latina. Ayuso advirtió que, si no se actúa con firmeza, otros países de la región podrían caer bajo el dominio de regímenes similares al chavismo.
Las manifestaciones se replicaron en varias capitales europeas, como Roma, Londres y Bruselas, donde centenares de venezolanos se reunieron para expresar su rechazo al «fraude» de Maduro. En Londres, entre 450 y 600 personas se manifestaron pacíficamente, exhibiendo copias de actas electorales que, según ellos, demostrarían la victoria del candidato opositor. En París, a pesar de la lluvia constante, varios cientos de venezolanos se congregaron en la plaza de la Bastilla, mientras que en ciudades francesas como Lyon, Marsella y Burdeos también se llevaron a cabo protestas similares.
En Bruselas, unas 250 personas se reunieron en el centro de la ciudad, una cifra comparable a la de venezolanos que se congregaron en los Foros Imperiales de Roma, coreando consignas a favor de la libertad y en contra de Maduro. Estas manifestaciones reflejan la creciente preocupación de la diáspora venezolana y su determinación de mantener viva la presión internacional sobre el régimen chavista.
En Colombia, el país que alberga la mayor comunidad de migrantes venezolanos, cientos de personas se reunieron en las plazas principales de diversas ciudades, al grito de «Edmundo presidente» y con pancartas que proclamaban «Venezuela libre» y «Fuera el dictador Maduro». Las concentraciones unieron a colombianos y venezolanos, quienes compartieron su esperanza de un futuro regreso a una Venezuela libre de la influencia chavista.
Incluso en Sídney, Australia, decenas de venezolanos se manifestaron, portando pancartas con mensajes como «Venezuela te quiero libre» y «Soberanía, transición pacífica a la democracia: ¡Viva Venezuela libre, gloria al bravo pueblo!». Estas protestas en las antípodas subrayan el alcance global de la movilización venezolana.
Antonio Ledezma, exalcalde de Caracas y destacado opositor, fue una de las figuras más visibles en la manifestación de Madrid. En declaraciones a la prensa, Ledezma destacó el creciente respaldo internacional a la lucha contra Maduro, afirmando que las concentraciones de venezolanos en todo el mundo demuestran que «no estamos solos». Hizo un llamado a la comunidad internacional para que actúe y confirme la derrota de Maduro, insistiendo en que los venezolanos han «dado todo» en esta lucha y que ahora es el turno de la comunidad internacional.
Ledezma subrayó que los venezolanos están enfrentando dos grandes desafíos: el fraude electoral y la represión. «El fraude lo volteamos y ganamos», declaró, añadiendo que los venezolanos seguirán resistiendo y luchando de pie contra la represión. Insistió en que el pueblo venezolano no espera soluciones externas, sino que ha luchado internamente, superando obstáculos y maniobras para finalmente derrotar a Maduro en las urnas. Ahora, según Ledezma, es el turno de la comunidad internacional de intervenir.
El mensaje de Ledezma fue uno de optimismo y determinación. «Rendirse no es una opción», afirmó, destacando que los venezolanos han dejado atrás el pesimismo, conscientes de que el optimismo es la clave para alcanzar el poder. Ledezma concluyó que los venezolanos están en «el buen camino» y que «esta es la hora, ha llegado el momento y no hay vuelta atrás».
Ese mismo espíritu de determinación y esperanza se vivió en el corazón de Madrid, donde miles de personas clamaron por la «libertad» de Venezuela y exigieron la salida de Maduro, convencidos de que «el régimen ya cayó». La participación de figuras del exilio venezolano y el apoyo de políticos españoles de la oposición subrayaron la importancia de estas protestas como un movimiento global de solidaridad y lucha por la democracia en Venezuela.
La jornada de protestas en todo el mundo dejó en claro que la oposición venezolana, respaldada por una diáspora cada vez más organizada, está decidida a hacer oír su voz y a exigir el respeto a la voluntad popular. Este movimiento global marca un punto de inflexión en la lucha contra el chavismo y por la restauración de la democracia en Venezuela.