Convención Demócrata
El tema más espinoso para Kamala y Walz: los pro palestinos presionan el embargo de armas a Israel
Sólo faltan horas para que comience una Convención Demócrata, que se prolongará durante cuatro días. Kamala Harris es la elegida para confrontar el duro combate que le espera contra Donald Trump.
Se elige, por primera vez en la historia dentro de las filas demócratas, a un candidato con tan escaso tiempo hasta las elecciones presidenciales que se celñebrarán el 5 de noviembre. Si bien es cierto que el electorado ya conoce la trayectoria de Harris por haber ejercido como vicepresidenta, y mano derecha de Biden, desde el inicio del mandato presidencial en 2021.
La reunión supondrá una celebración orquestada en la que se espera que participe el matrimonio Clinton, con una intervención especial de Hillary, como exsecretaria de Estados, (recordemos fue la perdedora ante Trump en los comicios de 2016 por 277 votos electorales frente a 304) y Biden este lunes, Barack Obama el martes y Bill Clinton el miércoles.
Se supone que Kamala hablará el jueves, pero si sigue el ejemplo de la Convención Republicana pueden que juegue el papel de la sorpresa, según vayan sucediendo los acontecimientos, aunque en principio no se esperan cambios significativos de agenda. Su compañero de fórmula, el gobernador de Minnesota, Tim Walz, aceptará su nominación el miércoles.
Chicago, donde Obama dio su primera gran comparecencia como ganador, será la sede de este gran mitin en el que pretenden manifestar unidad, a través de viejas glorias de la política estadounidense, para reforzar a una Kamala que no tiene mucho tiempo. Según las encuestas y los medios afines, supera a Trump en una ligera ventaja.
Pero, las manifestaciones multitudinarias de demócratas desilusionados con la política sobre la Guerra de Israel no dejan de sucederse en Chicago. También denominada como la «Windy City» (La Ciudad del Viento), es la tercera mayor población de los Estados Unidos y la que más ciudadanos procedente de Palestina concentra.
Tras la promesa de Biden sobre la venta de 18.000 millones de euros en armas a Israel, ha crecido el número de indignados ante el conflicto. Este grupo de descontentos quiere incluir un lenguaje que respalde la aplicación de las leyes que prohíben brindar ayuda militar a individuos o a fuerzas de seguridad que cometan graves violaciones de los derechos humanos.
La plataforma demócrata no suele mentar a las decenas de muertos por los bombardeos y la ofensiva israelí. Prefiere no entrar en disquisiciones, mostrando un partido fuerte por fuera. Si bien es cierto, que algunos altos funcionarios de la Administración Biden aseguraron que Netanyahu no se lo ponía muy fácil cada vez que llevaba a cabo algún bombardeo.
Grupúsculos buscan cambios en la plataforma demócrata y planean presionar para que se dé un embargo de armas esta semana. Así se espera que el grupo autodenominado 'Delegados Contra el Genocidio' puedan reventar el acto para que los demócratas dejen de apoyar a Israel y se centren en Gaza. Tal y como recoge la prensa estadounidense utilizarán sus derechos como delegados para hablar durante el congreso del partido.
Por su parte, Kamala respondió el mes pasado ante Netanyahu que Israel no sólo tenía derecho a defenderse pero, hizo hincapié en que «no podemos permitirnos volvernos insensibles al sufrimiento y permanecer en silencio» ante los periodistas presentes. Debido a esta frase se espera que la vicepresidenta haga declaraciones al respecto y no vuelva a esquivar el tema para apaciguar las aguas ante parte de los indignados con el partido.
Un retiro de las armas altamente improbable por las numerosas ocasiones en las que Biden, todavía como máxima figura del partido y presidente, ha manifestado su apoyo a Israel al que considera un país aliado.