Maduro extiende el bloqueo de la red social X sin dar nuevas explicaciones
A pesar de las expectativas de que la suspensión sería temporal, la situación persiste, y el acceso a X sigue siendo imposible sin el uso de redes privadas virtuales
La red social X, anteriormente conocida como Twitter, sigue bloqueada en Venezuela tras más de 10 días de suspensión, sin que el gobierno haya ofrecido explicaciones o señales sobre el fin de la medida. Este bloqueo, ordenado inicialmente por el presidente Nicolás Maduro el 8 de agosto, ha generado una creciente incertidumbre en el país, donde millones de usuarios dependen de la plataforma para informarse y comunicarse.
A pesar de las expectativas de que la suspensión sería temporal, la situación persiste, y el acceso a X sigue siendo imposible sin el uso de redes privadas virtuales (VPN). Estas herramientas, cada vez más populares en Venezuela, han permitido a algunos usuarios eludir la censura, pero la mayoría sigue sin poder acceder a la red social. Ni el presidente Maduro ni otras autoridades han dado detalles sobre cuándo o si se levantará el bloqueo, dejando a la población en la oscuridad.
Durante su programa semanal, Maduro se refirió nuevamente a Elon Musk, el propietario de X, acusándolo de intentar desestabilizar Venezuela. «Elon Musk se equivocó y se estrelló con Venezuela», declaró el mandatario, aunque evitó abordar directamente la suspensión de la plataforma. En lugar de ofrecer respuestas, sus declaraciones han dejado más preguntas sobre las intenciones del gobierno con respecto a la red social.
Desde que comenzó el bloqueo, las principales instituciones del Estado, incluido el Tribunal Supremo de Justicia y el Parlamento, han dejado de usar X, optando por migrar a otras plataformas como Telegram e Instagram. Mientras tanto, la oposición y organizaciones no gubernamentales han seguido utilizando X para difundir sus actividades, dependiendo de VPN para evitar la censura.
El silencio oficial sobre la duración y el motivo exacto del bloqueo alimenta el temor de que se trate de una medida indefinida, parte de una estrategia más amplia de control de la información. Con cada día que pasa, la incertidumbre aumenta y los ciudadanos se ven obligados a buscar alternativas para mantenerse conectados en un entorno donde la libertad de expresión y el acceso a la información están cada vez más restringidos.