Corina Machado denuncia una «grave amenaza» a los opositores aislados en la embajada argentina de Caracas
La líder opositora alerta sobre el asedio de las fuerzas policiales y solicita a las naciones democráticas intervenir para asegurar la seguridad de los seis asilados
Este sábado, la líder opositora venezolana María Corina Machado lanzó una fuerte advertencia sobre la «grave amenaza» que enfrentan los seis opositores refugiados en la residencia de la embajada de Argentina en Caracas. La advertencia surge después de que el Gobierno de Venezuela revocara la autorización otorgada a Brasil para proteger los intereses argentinos en el país sudamericano, en medio de acusaciones de «actividades terroristas» que han desatado una crisis diplomática.
Machado, a través de un mensaje en la red social X, destacó que las acusaciones del régimen venezolano contra los opositores son «absurdas» y representan una amenaza directa para su seguridad. La oposición venezolana considera que el respeto a la inviolabilidad de las misiones diplomáticas es fundamental y que las recientes decisiones del régimen violan este principio, poniendo en peligro la vida y la integridad de los asilados.
La situación se agravó tras la revocación, por parte del Gobierno venezolano, de la autorización concedida a Brasil para custodiar los intereses argentinos en Venezuela. Esta medida se tomó luego de que Caracas acusara a los opositores de planificar «intentos de magnicidio» contra el presidente Nicolás Maduro y la vicepresidenta Delcy Rodríguez. Además, las fuerzas de seguridad venezolanas han intensificado el asedio a la residencia de la Embajada, donde se encuentran refugiados los opositores desde marzo pasado, tras ser acusados de conspiración y traición.
Pedro Urruchurtu, uno de los asilados, denunció que las fuerzas policiales han mantenido un asedio continuo a la residencia durante más de 24 horas, bloqueando los accesos y dejando a los refugiados sin electricidad. Urruchurtu y otros asilados han informado sobre la presencia de agentes de la Dirección de Acciones Estratégicas y Tácticas (DAET) y el Servicio Bolivariano de Inteligencia (Sebin), quienes han sido descritos como «funcionarios encapuchados y armados».
En respuesta a la situación, Machado ha solicitado a las «naciones democráticas» que realicen las gestiones necesarias para la emisión de salvoconductos para los asilados, de acuerdo con el derecho internacional. Este llamado busca garantizar la seguridad de los opositores y protegerlos de posibles represalias por parte del régimen venezolano.
El presidente panameño, José Raúl Mulino, también se ha pronunciado enérgicamente en contra de cualquier intento de violar la inmunidad diplomática en la sede de la embajada de Argentina. Mulino ha reiterado el compromiso de Panamá con el respeto al derecho internacional y ha condenado las decisiones unilaterales del Gobierno venezolano. Además, ha manifestado su apoyo a los esfuerzos internacionales para encontrar una solución pacífica a la crisis venezolana y ha hecho un llamado para restablecer el respeto por los derechos fundamentales en el país.
La Cancillería de Brasil ha anunciado que continuará con la custodia y defensa de los intereses argentinos hasta que se designe un nuevo Estado que asuma esas funciones, mientras que otros países de la región, como Argentina y Paraguay, han rechazado la medida tomada por Venezuela. Uruguay, por su parte, ha señalado que estas acciones violan tanto la Convención de Caracas sobre Asilo Diplomático de 1954 como la Convención de Viena sobre Relaciones Diplomáticas de 1961.