EE.UU. impone sanciones a 16 funcionarios venezolanos vinculados a Maduro
Las medidas incluyen la congelación de todos los activos estadounidenses en poder de los funcionarios a las órdenes del dictador
Tras reiterados anuncios del Gobierno de Joe Biden, Estados Unidos ha decidido a tomar acciones específicas contra el régimen dictatorial de Nicolás Maduro, 47 días después de las elecciones venezolanas. Una respuesta al fraude electoral en las elecciones del país y la consiguiente represión de su gobierno contra la oposición política. Mientras Maduro ha definido como un «crimen de agresión» las nuevas sanciones impuestas por Washington a funcionarios alineados con el presidente venezolano.
Por ahora, el Gobierno estadounidense va a sancionar a 16 figuras destacadas de la autocracia como Caryslia Rodríguez, presidenta de la Corte Suprema, y la encargada de proclamar a Maduro como presidente de Venezuela.
La lista incluye a Rosalba Gil, directora del Consejo Nacional Electoral, y a Pedro Infante, vicepresidente de la Asamblea Nacional. Además, se penaliza a otras personas vinculadas a las elecciones, así como a funcionarios militares y de inteligencia acusados de represión postelectoral. Las nuevas sanciones del Tesoro exigen la congelación de todos los activos estadounidenses que estén en poder de los funcionarios afectados.
Sin embargo, hay dudas sobre la efectividad de esas sanciones individuales, dado que Washington ya ha atacado a más de 140 funcionarios venezolanos, incluido el propio Maduro en 2017, según informa Reuters.
Aún así, Antony Blinken, secretario de Estado de EE.UU., insistió en que las sanciones eran un paso importante en un esfuerzo por presionar a Maduro para que «tome mejores decisiones» sobre la situación política de Venezuela antes de la toma de posesión presidencial en enero. Blinken confirmó que se estaba imponiendo restricciones de visa a un número no especificado de funcionarios «alineados con Maduro».
La respuesta de Washington todavía es cautelosa ya que, según algunos funcionarios estadounidenses, refleja temores sobre acciones que podrían aumentar el precio del petróleo e infligir daños graves a la ya maltrecha economía venezolana.
Lo que podría provocar una oleada de migrantes venezolanos a la frontera entre Estados Unidos y México. Con las elecciones el 5 de noviembre, tanto el presidente Joe Biden, como la candidata a la Casa Blanca, Kamala Harris, se muestran prudentes para no ofrecer a los republicanos otro motivo para culparles de una inmigración desbordada.