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Un policía de Ecuador hace guardia en la prisión donde fue atacada su directoraMARCOS PIN / AFP

Crisis en Hispanoamérica

La Policía de Ecuador vigilará las cárceles y los bancos ante nuevos apagones y toques de queda

El país sudamericano aplicará apagones nocturnos de ocho horas por la peor sequía en 60 años y con sus centrales hidroeléctricas amenazadas

La Policía Nacional de Ecuador no descartó este martes que pueda haber más toques de queda con los nuevos apagones nocturnos de ámbito nacional anunciados por el Gobierno para la próxima semana, además del que ya se ha anticipado para este miércoles.

El jefe del Departamento de Coordinación Operativo de la Policía, Richard Vaca, advirtió, en conferencia de prensa, sobre la probabilidad de que se sucedan los toques de queda como el que el Gobierno ya ha anunciado para la noche del miércoles, durante las ocho horas que durará el apagón, previsto de 22:00 hora local (3:00 GMT) a 6:00 hora local (11:00 GMT), según informa EFE.

El apagón del miércoles fue atribuido inicialmente por el Gobierno a un mantenimiento en la infraestructura eléctrica nacional para enfrentar un nuevo periodo de racionamientos de electricidad. Debido a la escasez de generación en las principales centrales hidroeléctricas de Ecuador, ante lo que el Ejecutivo calificó como la peor época seca de los últimos 61 años.

Ese escenario se hizo realidad en la noche del lunes, cuando la administración del presidente Daniel Noboa anticipó que del lunes al jueves de la próxima semana habrá también apagones de ocho horas durante las noches en todo el país. Provocados por la imposibilidad de abastecer la demanda nacional de electricidad.

Vigilancia sobre cárceles y bancos

Durante estos apagones, la Policía desplegará más de 46.000 agentes a nivel nacional para realizar patrullajes que se centrarán especialmente en entidades financieras, conjuntos residenciales, estaciones de servicio de combustible y las cárceles.

Así lo anticipó el jefe de la Policía para el Distrito Metropolitano de Quito, Henry Román, quien señaló que habrá controles policiales en los accesos y salidas de las principales ciudades del país, donde se inspeccionará todo vehículo.

Entre las zonas donde más se reforzarán estos patrullajes están algunas provincias de la costa que destacan por sus altos índices de criminalidad, asociados al narcotráfico y otros delitos conexos de las mafias que operan en Ecuador.

Román recomendó a la población que durante el periodo de corte del fluido eléctrico tener a mano linternas, fósforos y velas. Además «adquirir un pito y hacerlo sonar varias veces» ante cualquier situación para alertar a policías que puedan estar cerca en la zona.

Noches a oscuras

Estos apagones se dan mientras Ecuador se encuentra inmerso en el «conflicto armado interno» declarado a inicios de año por Noboa. Contra el crimen organizado para aplacar el auge de la violencia criminal que ha llevado a que el país tuviese en 2023 la tasa más alta de homicidios en Hispanoamérica, con 47,2 por cada 100.000 habitantes.

Será el tercer periodo de apagones que soportará Ecuador en menos de un año. Después del acontecido a finales de 2023 y otro que se dio a mediados de abril de este año 2024.

Anteriormente esos periodos anteriores de racionamientos de electricidad donde los cortes del fluido se dieron durante el día en distintos segmentos horarios y en diferentes zonas. En esta ocasión, abarcarán a todo el país al mismo tiempo y se realizarán durante la noche.

A inicios de este mes ya hubo un apagón en once de las veinticuatro provincias de Ecuador que duró varias horas debido a un fallo registrado en la central hidroeléctrica de Paute, según informó el estatal Operador Nacional de Electricidad (Cenace).

Se calcula que cada hora de racionamiento eléctrico provoca en el país pérdidas por unos 12 millones de dólares, según estimaciones del Ministerio de Energía y Minas.

Custodia militar de infraestructuras

Este martes está previsto que las Fuerzas Armadas tomen control del embalse de Mazar, el segundo más grande del país. Conforme lo dispuesto por Noboa en los días previos para evitar sabotajes en esta infraestructura crítica para el abastecimiento de la demanda eléctrica nacional.

El embalse de Mazar, situado en la sureña provincia andina de Azuay, cuenta con una capacidad de 410 millones de metros cúbicos de agua y sirve para alimentar a un complejo de tres hidroeléctricas situadas en la cuenca del río Paute con una potencia instalada de 1.757 megavatios.

Sin embargo, en los últimos días el nivel de esta reserva de agua ha descendido drásticamente por la prolongada ausencia de lluvias.