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Más de doscientos muertos y mil heridos por los bombardeos israelíes en el Líbano

El Ejército israelí había pedido, previamente, a los civiles que se alejaran de todos los edificios utilizados por Hezbolá para almacenar armamento

El Ministerio de Salud del Líbano anunció un nuevo saldo de 274 muertos y más de mil heridos este lunes, como consecuencia de los intensos bombardeos israelíes en el sur del país.

«Los ataques israelíes en las localidades y pueblos del sur desde esta mañana» dejaron 274 muertos y 1.024 heridos, indicó el ministerio en un comunicado. El balance anterior era de 100 fallecidos y más de 400 heridos. El Ejército israelí había pedido, previamente, a los civiles que se alejaran de todos los edificios utilizados por los chiíes para almacenar armamento.

Las fuerzas armadas hebreas publicaron además una fotografía del jefe del Estado Mayor israelí, Herzi Halevi, aprobando los ataques desde la base militar de Kirya, en Tel Aviv. Las Fuerzas de Defensa de Israel (FDI) han informado de que han alcanzado 300 objetivos de la milicia terrorista.

La intensa oleada de bombardeos afectó a un gran número de puntos del sur del país, incluidos unos 80 ataques concentrados en la región de Nabatieh, y también golpeó varias zonas del oriental valle de la Bekaa, alejado de la divisoria común, según la Agencia Nacional de Noticias del Líbano (ANN).

Poco antes, las fuerzas israelíes acusaron a Hezbolá de convertir el sur de Líbano en un campo de batalla, utilizando infraestructura civil para almacenar misiles, cohetes y drones, y explicaron que sus ataques buscan a «degradar» estas capacidades.

En plena escalada, el ministro de Defensa de Israel, Yoav Gallant, mandó un aviso a los civiles israelíes, y dijo que «el público deberá mostrar compostura, disciplina y una obediencia total» a las órdenes del Ejército.

«La diferencia entre el éxito y el fracaso dependerá de que los civiles entren en los refugios y otras áreas de acuerdo con las instrucciones que reciban. Esto salva vidas», dijo el ministro durante una reunión para evaluar la situación de seguridad en el interior del país.

A pesar de la escalada, las directrices militares para la población civil no han cambiado y, de momento, solo hay restricciones en el norte de Israel, donde están prohibidas las reuniones en exteriores de más de diez personas y en interiores de más de 100 personas; las escuelas y las playas están cerradas; y los lugares de trabajo deben desarrollar su actividad cerca de refugios antiaéreos.

En una rueda de prensa este lunes, un alto cargo militar israelí explicó que, de momento, el país se está centrando en una campaña aérea contra Hezbolá, sin que haya previstas por ahora movilizaciones de tropas.

Asimismo, Gallant aseguró ayer que Hezbolá está «empezando a sentir» las capacidades ofensivas israelíes tras una semana de ataques en Líbano que se han cobrado la vida de decenas de sus combatientes.

El ministro explicó que Israel seguirá atacando hasta que logre devolver a sus hogares a los 60.000 residentes del norte del país que viven evacuados por el constante intercambio de fuego en la frontera, y dejó claro que las fuerzas israelíes harán todo lo que sea necesario para lograr este objetivo.

La situación hace temer el estallido de una guerra abierta en la región, pese a que Hezbolá ha reconocido no querer llegar a ese punto e insistido en que sus ataques contra el norte de Israel cesarían de lograrse un acuerdo de alto el fuego en la Franja de Gaza.