Entrevista | Guillermo Velasco, consultor y periodista mexicano
«El profundo antihispanismo es parte de la ruta de polarización de López Obrador»
México ha vuelto a recurrir a su manido enfrentamiento con España por la Conquista y ha decidido no invitar al Rey Felipe VI a la toma de posesión de su nueva presidenta, Claudia Sheinbaum, por no haber pedido «perdón». Sin embargo, esta nueva ofensiva contra la Corona esconde muchos matices y pretende opacar los verdaderos problemas a los que se enfrenta el legado de Andrés Manuel López Obrador (AMLO). La polémica reforma del Poder Judicial o la violencia por el narcotráfico amenazan la estabilidad de Morena, el partido del oficialismo. El consultor en comunicación y periodista mexicano, Guillermo Velasco, analiza para El Debate toda la actualidad de su país.
Velasco es autor, junto a Rodrigo Solá, del libro La Rebelión de la clase media (2023), un manual de movilización social para «salvar a México», con el objetivo de promover el voto útil durante las elecciones del pasado mes de junio. En estos comicios salió finalmente vencedora la heredera de AMLO, Claudia Sheinbaum. Pero el periodista no se rinde y ya prepara otra nueva obra, bajo el título Por México todo. Velasco, a pesar del «panorama desolador» que enfrenta su país, mantiene la esperanza. «Sigue habiendo una sociedad mexicana preocupada, sobre todo en la clase media. Esta rebelión pretende ser un granito de arena en esta batalla».
—¿Cuál es la situación actualmente en el plano económico, social y político de México?
—En México se está consolidando una autocracia, que en el corto plazo derivará en una verdadera tiranía. Una autocracia que llega, además, con el respaldo popular, lo cual es una paradoja. Estamos en un país sumamente polarizado y que va camino de alcanzar una precariedad económica sin precedentes. Un país extremadamente violento por culpa del narcotráfico, con una hegemonía política que acumula gran poder y una oposición política partidista muy disminuida.
En México se está consolidando una autocracia, que en el corto plazo derivará en una verdadera tiraníaConsultor y periodista mexicano
—En su libro La rebelión de la clase media destaca la importancia de este sector para acabar con el legado de López Obrador. Sin embargo, hemos visto cómo en las elecciones se impuso Sheinbaum sobre la candidata de la oposición, Xóchitl Gálvez. ¿Qué ocurrió?
—Permíteme hacer un matiz. Se trata de un triunfo más que de Sheinbaum, de López Obrador. Si bien es un triunfo contundente, fueron unas elecciones donde el presidente incurrió en ilegalidades. Se volcó en la promoción de ayudas sociales con un claro propósito político, que contribuyó a promover el voto oculto de la clase media-baja, que se benefició de esos programas sociales y acabó conectando con Sheinbaum. La rebelión no fue suficiente para evitar la consolidación del régimen de Morena.
—¿En qué se basa la popularidad de AMLO y Morena?
—Se explica, principalmente, por dos factores. Primero, siguen controlando la narrativa populista. El presidente, con lo que hoy llamamos la 'mañanera', que es la perorata de todas las mañanas, adoctrina, da clases de moral y «golpea» a los adversarios políticos. Esta narrativa ha calado muy hondo en el pueblo mexicano y ha activado el rencor social en un país ya de por sí profundamente injusto. Por otro lado, se ha aprovechado de los programas sociales. Por ejemplo, no ha mejorado la educación, pero hay becas para los estudiantes, por lo que están condenados al cortoplacismo.
—¿Qué se puede esperar del nuevo Gobierno de Claudia Sheinbaum?
—Una Presidencia absolutamente acotada. Sheinbaum no pudo siquiera integrar con libertad a sus ministros al nuevo gabinete. El todavía presidente impuso su agenda. La pregunta que todos nos hacemos ahora es si romperá en algún momento con AMLO. Por ahora, no lo parece. El presidente logró imponer, algo para él estratégico, a la nueva presidenta del partido, Luisa María Alcalde, que anteriormente era ministra del Interior, y dejó a su hijo Andrés Manuel López Beltrán, conocido como 'Andy', como secretario de Organización de Morena. Dicho de otra manera, transitamos a una dinastía política familiar al estilo comunista chino. Sheinbaum es la primera mujer que gobernará México, pero estará subordinada al presidente López Obrador.
Transitamos a una dinastía política familiar al estilo comunista chinoConsultor y periodista mexicano
—¿Qué se espera de la relación entre México y España? Acabamos de ser testigos del último desaire a la Corona española…
—Parte de la narrativa populista de López Obrador se basa en enfrentar a las comunidades indígenas de México con todo lo que tiene que ver con España. Ese profundo antihispanismo forma parte de su hoja de ruta para lograr la polarización y crispación social. No se puede entender nuestro país si no es por la lógica de la fusión de culturas. México es un pueblo mestizo y, por lo tanto, es un pueblo históricamente vinculado a España por razones obvias. De esta manera, López Obrador pretende desarraigar a México de sus valores identitarios más importantes.
La decisión de no invitar al Rey fue de López Obrador y secundada por Sheinbaum, quien hasta ahora se ha plegado a lo que marca su jefe político. Con las decisiones del actual Gobierno, México se está quedando aislado del mundo. No solo no acudirá el Rey de España a la toma de posesión de Sheinbaum, sino que no acudirán los jefes de Estado de Canadá y Estados Unidos y ningún jefe de Estado de Europa.
México se está quedando aislado del mundoConsultor y periodista mexicano
—¿Qué consecuencias tiene para la democracia en México la reforma del Poder Judicial de AMLO?
—Consecuencias terribles que se van notando de manera gradual. Detrás de esta reforma hay un propósito de venganza. López Obrador no soporta los contrapesos. Lo realmente grave no es tanto la elección de los jueces por voto popular, sino quién propone a esos magistrados. Los jueces pasarán a depender de Morena, del Gobierno y muy posiblemente del narcotráfico. Si ahora la justicia tiene que ser popular, los juzgadores se van a deber a quienes los respaldan política y económicamente.
El marco de justicia desaparece, desaparece el ya muy debilitado Estado de derecho mexicano. Y esto genera, entre otras cosas, que peligre el Tratado de Libre Comercio, cuya revisión será en el año 2025. Actualmente, Morena puede modificar la Constitución a placer, porque tiene una mayoría cualificada, artificial y tramposa por una interpretación facciosa de la ley.
—¿Qué está pasando con el narcotráfico en México y la violencia asociada?
—Es una violencia que no es nueva. Sin embargo, el cambio que observo es que ahora hay complicidad y hay lugares del país donde están al mando. El Gobierno permite impunemente el narcotráfico. Los cárteles tienen poder político, económico y no se entienden las victorias de Morena sin la presencia territorial del narcotráfico.
—¿A qué responde el silencio cómplice de López Obrador con la situación que sufre Venezuela?
—Ese silencio cómplice avala por completo las injusticias que están ocurriendo en Venezuela. Hay quien dice, con mucha ingenuidad, «México no es Venezuela». Los venezolanos que radican en México nos recuerdan que ellos también recurrían a la frase «Venezuela no es Cuba». A fin de cuentas, las dictaduras, aun en contextos distintos, avanzan y hay señales de que lo que está ocurriendo en México, ya pasó en Venezuela.
—¿Encuentra similitudes entre la situación política que vive México y España?
—Veo similitudes claras. Toda la persecución que hace el Gobierno español de las voces críticas, esa pretensión de control también de diversas instancias públicas está ocurriendo también en México. Veo similitudes en ese control y adoctrinamiento. Pedro Sánchez miente recurrentemente como miente López Obrador en cada 'mañanera', en cada rueda de prensa que organiza. Desde luego que hay similitudes preocupantes entre nuestros países.