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Ucrania sigue sufriendo el flagelo de unos ataques aéreos rusos que provocan muertos a diario mientras el presidente, Volodímir Zelenski, finalizó su viaje a Estados Unidos sin convencer a la Casa Blanca de que le permita el uso de misiles de largo alcance contra territorio ruso. Alyona Hetmanchuk, del grupo de expertos Nova Evropa, para el medio de comunicación 'Ukrainska Pravda', ha hecho un balance reservado de los resultados del viaje de Zelenski.

«Por el momento no hay señales claras de que la actual administración haya acogido con gran entusiasmo el plan del presidente de Ucrania y esté dispuesta a empezar a implementarlo punto por punto», escribe. Aunque Estados Unidos considera una victoria la capacidad de Kiev de seguir luchando por tercer año consecutivo, muchos en Ucrania subrayan que la guerra podría terminar mucho antes y se podrían salvar muchas vidas si Estados Unidos aumentaria drásticamente su apoyo militar, en lugar de racionarlo cuidadosamente y evitar la «escalada» a cualquier coste.

La pérdida de vidas por los ataque rusos se ha convertido en algo del día a día para los ucranianos. En la mañana del sábado al menos siete personas murieron y doce resultaron gravemente heridas en dos ataques rusos contra un hospital en Sumi este sábado por la mañana. «Según los últimos datos, siete personas murieron y doce resultaron gravemente heridas como resultado del ataque del enemigo con drones tipo Shakhed contra la ciudad de Sumi», informó la administración militar regional.

El primer ataque, llevado a cabo por drones kamikaze Shahed, mató al menos a una persona y provocó el derrumbe de varios pisos del edificio, informó el ministro del Interior de Ucrania, Ígor Klimenko, en su canal de Telegram. Según el ministro, justo después de que los bomberos y la policía llegaran para ayudar en las operaciones de rescate y con la evacuación de los pacientes y el personal, Rusia lanzó otro ataque con drones contra el lugar, matando al menos a cinco personas, incluido un policía.