El Partido Republicano emprenderá más de 120 demandas en 26 estados para «impedir votos ilegales»
Los seguidores de Trump sientan las bases legales para sembrar dudas sobre la legitimidad de las elecciones y proporcionar material para desafiar los resultados
Los litigios electorales aumentaron en las elecciones de 2020, ya que el Covid-19 impulsó cambios en los procedimientos de votación y un uso más amplio del voto por correo. Más de 60 demandas presentadas por republicanos impugnando la derrota de Trump en 2020 fueron rechazadas por los tribunales.
Esta vez, los republicanos están presentando impugnaciones legales con anticipación y formulando acusaciones de fraude generalizado que afectan el núcleo mismo del proceso electoral.
Por ejemplo, en Arizona, por ser uno de los siete estados en los que se juegan las elecciones de Estados Unidos. Allí un grupo de defensa fundado Stephen Miller, asesor de Donald Trump, está promoviendo una teoría legal para que los jueces puedan anular los resultados electorales por «fallos o irregularidades» de los funcionarios locales.
La demanda presentada por la America First Legal Foundation, un grupo de defensa conservador, dice que el tribunal en tales casos debería poder anular los resultados de las elecciones y ordenar nuevas rondas de votación en dos condados de Arizona. Estado en el que la candidata demócrata a la presidencia, Kamala Harris, lidera a Trump en las encuestas por un margen muy estrecho.
Casi cuatro años después de que el expresidente Trump y sus aliados intentaran sin éxito revertir su derrota electoral con una serie de más de 60 demandas organizadas apresuradamente, los republicanos pretenden lanzar esta campaña legal para desafiar posibles pérdidas.
El Comité Nacional Republicano dice que el Partido Republicano está involucrado en más de 120 demandas en 26 estados. Una estrategia que algunos expertos legales y grupos de derechos electorales dicen que tiene como objetivo socavar la confianza en el sistema.
Los republicanos afirman que las demandas tienen como objetivo restaurar la confianza en las elecciones al garantizar que la gente no vote ilegalmente. Trump y sus aliados afirmaron que su derrota electoral en 2020 ante Joe Biden estuvo manchada por un fraude generalizado.
Según expertos legales y abogados electorales, se trata de una petición novedosa y de gran alcance que es poco probable que un juez conceda. No obstante, que un juez anule los resultados en un estado crucial podría provocar caos, confusión y demoras. Lo que algunos expertos legales y grupos de derechos electorales consideran un objetivo central de la estrategia legal republicana, tal y como informa Reuters.
Trump y Harris están enfrascados en una reñida batalla antes de las elecciones del 5 de noviembre, lo que alimenta una ola de litigios entre demócratas y republicanos mientras discuten sobre las reglas básicas.
Los republicanos suelen presentar demandas para hacer cumplir las restricciones al voto que, según ellos, son necesarias para prevenir el fraude, mientras que los demócratas generalmente piden a los tribunales que mantengan accesible la votación.
La campaña de Harris dijo en un comunicado que los republicanos están «conspirando para sembrar desconfianza en nuestras elecciones y socavar nuestra democracia para poder protestar cuando pierden».