Trump regresa a Butler, lugar del atentado en julio, con Elon Musk a su lado: «Nunca me rendiré»
El expresidente de EE.UU. fue recibido por una multitud en Pensilvania, el mismo lugar donde sufrió un atentado en julio
Donald Trump, expresidente de Estados Unidos, volvió este sábado a Butler, Pensilvania, el lugar donde el pasado julio sobrevivió a un intento de asesinato. El mitin, cargado de simbolismo y emociones, atrajo a miles de seguidores incondicionales del movimiento «MAGA» (Make America Great Again), quienes ovacionaron a Trump mientras prometía que, pese al ataque sufrido, no abandonará la lucha por la Casa Blanca. «Intentaron acabar conmigo aquí, en Butler, pero sigo en pie. No me rendiré nunca, porque estamos peleando por algo mucho más grande: por el futuro de Estados Unidos», exclamó Trump entre aplausos atronadores.
Este evento, que congregó a decenas de miles de personas, no fue un mitin cualquiera. Se trataba del regreso de Trump al lugar donde casi pierde la vida. El 13 de julio, durante un acto en este mismo condado, un hombre armado abrió fuego contra él, hiriéndolo superficialmente. Trump fue llevado rápidamente a un hospital y el atacante, Thomas Matthew Crooks, fue abatido por las autoridades. Aunque el disparo no fue mortal, la conmoción vivida aquel día dejó una huella imborrable en la comunidad de Butler y en el propio Trump, quien utilizó este mitin como una oportunidad para reafirmar su resiliencia y liderazgo.
Entre los asistentes destacados estaba Elon Musk, el magnate tecnológico que ha mostrado abiertamente su apoyo a Trump. En su intervención, Musk instó a los ciudadanos a proteger sus derechos y a registrarse para votar, advirtiendo: «Si no nos movilizamos, nos arrebatarán nuestras libertades». Las palabras de Musk fueron recibidas con entusiasmo por los seguidores del expresidente, quienes vieron en él un aliado poderoso en la lucha por restaurar lo que consideran los verdaderos valores de Estados Unidos.
El regreso de Trump a Butler fue especialmente significativo para sus seguidores. Butler es un bastión conservador en Pensilvania, uno de los estados clave en las elecciones. La región, mayoritariamente blanca y trabajadora, ha sido un núcleo de apoyo incondicional a Trump desde sus primeras campañas. Para muchos, su regreso no solo simbolizaba su fortaleza personal, sino también la del movimiento que lidera.
El mitin también destacó por sus estrictas medidas de seguridad. Tras el atentado de julio, el Servicio Secreto reforzó el operativo con drones, helicópteros y francotiradores, además de establecer barreras de seguridad y cristales blindados alrededor del escenario. Trump, sin embargo, aprovechó el momento para distender el ambiente, bromeando sobre su ataque: «¿Por dónde íbamos antes de que me dispararan?».
El despliegue característico de Trump no faltó en este evento, que contó con paracaidistas portando la bandera de Estados Unidos y el avión «Trump Force One» sobrevolando el lugar para deleite de los asistentes. Este tipo de espectáculo ha sido una marca distintiva de los actos de campaña de Trump, que mezcla el entretenimiento con su mensaje político.
Finalmente, Trump cerró el mitin con un mensaje claro y combativo: «Nos han atacado, pero no podrán derrotarnos. Volveremos más fuertes y pondremos a América de nuevo en su lugar». Con estas palabras, el expresidente reafirmó que, pese a los intentos de sus opositores por silenciarlo, su lucha por la Casa Blanca y por los ideales de su movimiento sigue más viva que nunca. Para Trump, Butler ya no solo es un lugar marcado por el intento de asesinato, sino el escenario de su regreso triunfal y de su promesa de no rendirse en su lucha por recuperar el poder en 2024.