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El primer ministro húngaro, Víktor Orbán, ha vuelto a ser objeto de controversia tras unas declaraciones que hizo durante una rueda de prensa en el Parlamento Europeo. Orbán afirmó que, si Donald Trump regresa a la presidencia de Estados Unidos, él «abriría varias botellas de champán», lo que generó críticas por su aparente apoyo al exmandatario.

Durante el evento, un joven activista interrumpió a Orbán, acusándolo de traicionar a Europa al «venderse» a potencias como Rusia y China. Este momento de tensión destacó las divisiones en la política europea y la creciente preocupación sobre la influencia externa en los asuntos internos de la UE. La situación se intensificó hasta que el activista fue llevado detenido por la seguridad del Parlamento.

La rueda de prensa formaba parte de la presidencia rotatoria de la Unión Europea que ejerce Hungría, un periodo en el que Orbán ha estado bajo un intenso escrutinio por sus políticas internas y su relación con países considerados como autocráticos. Este incidente subraya no solo el clima político en Europa, sino también las preocupaciones sobre la democracia y la soberanía en la región.