Orbán pone el foco en la inmigración ilegal y se gana los abucheos de los partidos de izquierda de la Eurocámara

El primer ministro de Hungría, Viktor Orbán, cuyo país ostenta la Presidencia rotatoria del Consejo de la Unión Europea, ha insistido, este miércoles, en su discurso en la Eurocámara que la llegada de inmigrantes está detrás del aumento de fenómenos como la homofobia, la violencia contra las mujeres o el antisemitismo e instó a comenzar a procesar todas las solicitudes de asilo en centros fuera de la UE.

Así las cosas, Orbán presentó las prioridades de su presidencia, bajo el lema «Make Europe great again», en marcha desde julio hasta diciembre de este año, y dedicó buena parte de su discurso a pedir que la UE apoye «de manera significativa» a los países que tienen fronteras externas y las «protegen».

Orbán aseguró que «no se puede proteger a los europeos de la inmigración ilegal» sin un modelo de gestión de las solicitudes de asilo desde terceros países y tildó el resto de soluciones sobre la mesa como «una ilusión».

«El sistema de asilo de la Unión Europea no funciona. La inmigración lleva a (más) violencia contra las mujeres, homofobia y antisemitismo», señaló Orbán. Unas palabras que provocaron los abucheos de los partidos de izquierdas, aunque quedaron opacados por los aplausos de los aliados del primer ministro húngaro.

Al final de su discurso, los eurodiputados de La Izquierda comenzaron a cantar el conocido himno antifascista italiano Bella Ciao. Ante tal espectáculo, la presidenta del Parlamento Europeo, Roberta Metsola, tuvo que llamar al orden a los eurodiputados y les pidió que pararan advirtiéndoles de que el hemiciclo «no es Eurovisión».

Asimismo, Orbán también tuvo que hacer frente, a su llegada al Parlamento Europeo, a una manifestación convocada por los líderes de los grupos socialista, liberal, verde y de la izquierda.

Von der Leyen se posiciona contra Orbán

La presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, se ha sumado este miércoles a los ataques contra Orbán y le acusó de culpar al invadido y no al invasor en la guerra entre Rusia y Ucrania y le advirtió de que «en ningún idioma europeo paz es sinónimo de rendición o soberanía es sinónimo de ocupación».

«Puede que los europeos tengamos diferentes historias y lenguas, pero no hay ninguna lengua europea en la que la paz sea sinónimo de rendición o en la que soberanía sea sinónimo de ocupación», prorrumpió Von der Leyen.