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Dos militares españoles patrullan el LíbanoJorge Ruiz

Israel vuelve a atacar el cuartel general de la misión de la ONU en el Líbano y alcanza a otros dos Cascos Azules

El Ejército israelí ha disparado contra la entrada principal del centro de mando de la Misión de Naciones Unidas, hiriendo a dos soldados del batallón de Sri Lanka

Israel ha vuelto a atacar, este viernes, el cuartel general de la Fuerza Provisional de las Naciones Unidas para el Líbano (Unifil), ubicado en la localidad costera de Naqoura, en la frontera con el Estado judío. La Agencia Nacional de Noticias libanesa, NNA, informó a primera hora de que las Fuerzas de Defensa de Israel (FDI) dispararon un proyectil de artillería contra la entrada principal del centro de mando de la Misión de Naciones Unidas, hiriendo a al menos dos soldados del batallón de Sri Lanka.

La agencia de noticias libanesa señaló que un tanque Merkava apuntó contra una de las torres de vigilancia de Unifil, en la línea que une Tiro con Naqoura, frente al puesto de control del Ejército libanés. «Hoy –en referencia a este viernes–, varios muros en T de nuestra posición 1-31 de la ONU, cerca de la Línea Azul en Labbouneh, se cayeron cuando una oruga de las FDI golpeó el perímetro y sus tanques se movieron en las proximidades de la posición de la ONU. Nuestras fuerzas de mantenimiento de la paz permanecieron en el lugar y se envió una Fuerza de Reacción Rápida de Unifil para ayudar y reforzar la posición», comunicó la Misión, horas después.

Se trata del segundo incidente de este tipo en menos de 24 horas. La ONU denunció ayer que otros dos Cascos Azules habían sido alcanzados por los disparos de un tanque israelí que apuntó su arma contra una torre de observación del cuartel general. Los heridos formaban parte del batallón Indonesio y, según apuntó Unifil –liderada por el teniente general español Aroldo Lázaro Sáenz–, sus heridas no son graves, aunque «permanecen hospitalizados». Previamente, la Misión ya había informado de que soldados israelíes habían abierto fuego contra la misma posición de la ONU, la (UNP) 1-31 en Labbouneh, alcanzando la entrada del búnker donde se refugiaban las fuerzas de paz, y dañando vehículos y un sistema de comunicaciones.

«Se observó un avión no tripulado de las FDI volando dentro de la posición de la ONU hasta la entrada del búnker», aseveró la Misión, a través de un comunicado. En esta misma línea, señaló que, este jueves, el Ejército israelí disparó «deliberadamente» contra las cámaras de vigilancia del perímetro de la posición y apuntaron contra la posición UNP 1-32A, en Ras Naqoura, donde se celebraban reuniones tripartitas periódicas antes de que comenzara el conflicto, dañando la iluminación y una estación de retransmisión.

«Recordamos a las FDI y a todos los actores su obligación de garantizar la seguridad del personal y los bienes de la ONU y de respetar en todo momento la inviolabilidad de los locales de la ONU. Las fuerzas de mantenimiento de la paz de Unifil están presentes en el sur del Líbano para apoyar el retorno a la estabilidad bajo el mandato del Consejo de Seguridad», declaró la Misión, que cuenta con un continente de más de 650 soldados españoles. Tras el ataque, el Ministerio de Defensa informó de que ningún uniformado español había resultado herido.

Israel se defendió asegurando que, antes de ejecutar la ofensiva, recomendó a las fuerzas de Naciones Unidas desplegadas en el sur del Líbano que se resguardaran. «Las tropas de las FDI operaron en la zona de Naqoura, junto a una base de Unifil. En consecuencia, las FDI ordenaron a las fuerzas de Naciones Unidas que se encontraban en la zona que permanecieran en espacios protegidos, tras lo cual abrieron fuego en la zona», explicó el Ejército israelí en una publicación en su cuenta de X, antes Twitter.

Sin embargo, esta justificación no ha servido para calmar la indignación internacional. Francia e Italia, que aportan también soldados a la Misión de la ONU, han convocado una reunión con el resto de países europeos que participan, entre ellos España e Irlanda, para «tratar los últimos acontecimientos». Asimismo, el ministro italiano de Defensa, Guido Crosetto, convocó de urgencia al embajador israelí para protestar formalmente por el ataque. Una decisión que ha replicado el Ministerio francés de Exteriores.

El jefe de las operaciones de paz de Naciones Unidas, Jean-Pierre Lacroix, fue también muy tajante con Israel y acusó al país de «situarse por encima del Derecho Internacional». Lacroix reconoció que, tras el inicio de la incursión terrestre del Ejército israelí en el sur del Líbano el pasado 23 de septiembre, el país hebreo instó a Unifil a evacuar a todas sus posiciones en un radio de cinco kilómetros al norte de la frontera, pero la ONU se negó y, por ahora, mantiene sus posiciones en la frontera.

Ataque israelí contra el centro de Beirut

El Ejército israelí ha vuelto a atacar el centro de Beirut, durante la noche del jueves. El ataque tuvo como objetivo el barrio de Ras al Naba y Nuweiri, provocando numerosos destrozos y matando a al menos 22 personas e hiriendo a otras 117. Se trata del tercer ataque de la aviación israelí contra el centro de la ciudad, que, en un principio, se centró en Dahye, el feudo de Hezbolá en la capital libanesa.

Mientras tanto, en el sur del Líbano, también fuertemente castigado por los bombardeos, Israel ha asegurado, este viernes, que ha matado a un comandante de la fuerza de élite Radwan, Ghareeb Alshujaa, que dirigía la unidad de misiles antitanque en la zona de Meiss el Jabal. Hezbolá mantiene el pulso lanzando cohetes contra el país vecino, que ya se han cobrado las primeras víctimas mortales. Dos israelíes murieron, este miércoles, por proyectiles lanzados por la milicia chií libanesa contra la localidad norteña de Kiryat Shmona y, este viernes, un trabajador tailandés falleció por el disparo de un misil antitanque desde el Líbano.

Bajo la amenaza de que el conflicto escale todavía más y a la espera de que Israel responda al lanzamiento de 180 misiles balísticos de Irán, la semana pasada, Estados Unidos ha asegurado que trabaja «duro» e «intensamente» para encontrar una solución diplomática. «Trabajamos cada día de manera intensa para evitar que el conflicto se extienda en lo que respecta a Líbano, Israel, Irán, los hutíes –de Yemen– y todos los actores involucrados», aseveró este viernes el secretario de Estado norteamericano, Antony Blinken, que se encuentra en Laos con motivo de la cumbre de la Asociación de Naciones de Asia Sudoriental (ASEAN).

En esta misma línea, se pronunció, este viernes, el primer ministro del Líbano, Najib Mikati, que pidió al Consejo de Seguridad de la ONU tomar una decisión para un «alto el fuego inmediato y completo». Mikati se mostró dispuesto a desplegar al Ejército libanés en el sur del país y aseguró que Hezbolá «está de acuerdo». «El alto el fuego es una necesidad inmediata y el Ejército libanés debe comprobar que lleva a cabo su responsabilidad de forma completa para mantener la seguridad y reforzar su papel en el sur del Líbano de conformidad con la resolución 1701», subrayó.