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Kineret Hay-Gillor, directora de cine israelíDaniel Vara

Productora y directora del documental 'Tattoed for life'

Kineret Hay-Gillor, cineasta israelí: «Israel ya no está en shock, pero sigue en un profundo duelo»

La productora y guionista, de 48 años, ha querido documentar la masacre de Hamás en el festival Nova de una manera más íntima, a través, de la historia personal de la joven superviviente Liraz Uliel en su nuevo proyecto Tattoed for life

Israel conmemoró, este lunes, el primer aniversario de la masacre de Hamás contra el sur del país, en el que 1.200 civiles fueron asesinados a sangre fría y otros 250 fueron tomados como rehenes. Un año después, 101 israelíes aún están cautivos en la franja de Gaza, 35 de ellos han sido declarados muertos por las autoridades del país hebreo. El escenario más sangriento de esa macabra jornada fue el festival de Nova, en Reim, donde miles de jóvenes se congregaban al aire libre, para bailar al ritmo de la música trance que suena en las raves.

Este fue el motivo que llevó a la cineasta israelí Kineret Hay-Gillor, 45 años, a centrarse, en su reciente documental Tattoed for life (Tatuado de por vida), en los supervivientes del festival. Se calcula que, en el momento del ataque de Hamás, el evento contaba con la presencia de entre 3.000 y 4.000 personas. A las 6 de la mañana de aquel 7-O, los cohetes empezaron a sobrevolar el cielo y, de repente, miles de milicianos del grupo terrorista palestino abrieron fuego de manera indiscriminada contra los jóvenes. Las risas y la música se tornaron rápidamente en gritos y llantos. Las carreras desesperadas por salir del festival con vida se toparon con las armas de los terroristas de Hamás. Hasta 364 personas fueron asesinadas y decenas tomadas como rehenes.

Kineret Hay-Gillor, directora de cine israelí, durante la entrevistaDaniel Vara

Hay-Gillor recuerda esa mañana aún conmocionada. «Pensé que se trataba de un error, No me quería dar cuenta de lo que estaba pasando», reconoce en conversación con El Debate. La galardonada cineasta cuenta que su marido la arrastró hasta la habitación de seguridad de su casa, a las afueras de Tel Aviv. Ese día coincidía con el cumpleaños de su padre, la familia entera había planeado una jornada de celebraciones que quedó ensombrecida por el horror del atentado. «En ese momento comprendí que tenía que hacer algo», explica la productora israelí. Así se empezó a cocinar su nuevo documental Tattoed for life, que narra la masacre del festival Nova a través de la experiencia personal de la joven tatuadora Liraz Uliel, superviviente del atentado.

Para recordar a todas las víctimas Uliel diseñó un dibujo fractal que representa las vidas de todos los asesinados, y desde entonces, tatúa a todos los afectados por la tragedia fragmentos de ese diseño en diferentes partes del cuerpo. Al interactuar con las historias de los demás, la joven israelí encuentra la valentía para compartir su propia historia que tiene sus luces y sombras. En el festival Nova, la joven perdió a su mejor amigo, pero también salvó la vida de un desconocido.

— ¿Qué fue lo que le llevó a grabar este documental?

— En un principio, nada más sufrir el atentado terrorista, me ofrecí voluntaria para comprar calcetines, ropa y bienes de primera necesidad para los soldados y las familias evacuadas. También me dediqué a editar testimonios e imágenes que recibía por Telegram de personas que estaban en el festival. Finalmente, recibí la llamada telefónica de una productora francesa, querían que hiciera un reportaje sobre los supervivientes de Nova.

No sabía si estaba preparada para ello, pero cogí el coche y me dirigí hacía el sur de Israel y entonces mi instinto documental se despertó. Al conducir de vuelta a casa, empecé a pensar que no quería grabar solo una entrevista. Me dije a mi misa: 'Quiero tratar de capturar la experiencia y no solo contarla'. Y así surgió Tattoed for life.

¿Por qué eligió la historia de Liraz Uliel?

— Descubrí la historia de Liraz Uliel a través de Facebook. No quería hacer un documental únicamente con imágenes de la tragedia y pensé que ambientar el reportaje en un estudio de tatuajes, donde los clientes comparten sus historias y se abren podría ser el ambiente adecuado, como si fuera una sesión de terapia. Este proceso también me sirvió a mí para hacer frente a esta terrible situación.

Liraz Uliel, en un fotograma del documental'Tattoed for life'

¿Qué conexión hay entre los tatuajes y el atentado?

— El 7-O es como un tatuaje en el corazón de todos los israelíes, ya forma parte de lo que soy. De aquí en adelante formará parte de mi historia. Esta es la razón también por la que elegí el título del documental, Tattoed for life (Tatuado de por vida).

— ¿Qué diferencia a este documental sobre el 7-O de todos los demás?

— En este proyecto pudimos capturar la traumática experiencia y no solo informar sobre lo sucedido. No quería incluir muchas imágenes de aquella jornada, ya hemos visto demasiadas. Solo quería estar con los supervivientes y saber cómo es su vida ahora, a qué se enfrentan y las terribles consecuencias de haber vivido la masacre.

¿En qué punto se encuentra la sociedad israelí un año después?

— Antes del 7 de octubre, la sociedad israelí estaba totalmente polarizada, el atentado nos volvió a unir. Sin embargo, un año después, volvemos a estar separados entre los que apoyan a Netanyahu [Bejamin] y los que piden su dimisión. Israel ya no está en shock, pero sigue en duelo, en un duelo muy profundo. No quiero llorar, pero desde entonces los momentos de felicidad son fugaces.

Tal vez sea ingenuo, pero realmente espero que podamos vivir en paz, incluso en Oriente MedioKineret Hay-GillorDirectora de cine israelí

¿Siente que en Europa hay una nueva ola de antisemitismo?

— No puedo entender cómo, después del atentado del 7 de octubre, ha cambiado tanto la narrativa en Europa. Aun así, somos una nación imparable y no porque seamos físicamente fuertes, sino porque adoramos la vida. Hay mucha gente en Israel que quiere vivir en paz y este es el mensaje que podemos enviar al mundo. En palabras de nuestro exprimer ministro, Isaac Rabin: 'Existe apenas una manera radical de preservar al ser humano. Sin armaduras, tanques, aviones o fortificaciones de concreto. La solución radical se llama paz'. Tal vez sea ingenuo, pero realmente espero que podamos vivir en paz, incluso en Oriente Medio.