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Luis Montenegro, el primer ministro de Portugal, busca alianzas para aprobar los PresupuestosEFE

La inestabilidad por los Presupuestos en Portugal podría beneficiar al primer ministro Luís Montenegro

Si el Gobierno no logra apoyos para superar la votación puede que se convoquen unas elecciones anticipadas

Todo apuntaba a una salida honrosa en la aprobación de los Presupuestos cuando el miércoles pasado el Gobierno de Portugal, liderado por el centro-derecha de Luís Montenegro, aprobó su proyecto final de Presupuesto para 2025. Se trataba de un preacuerdo que garantizaba que el documento pasará la votación en el Parlamento portugués.

El ministro de Presidencia luso, António Leitão Amaro, informó en rueda de prensa que el proyecto fue aprobado por el Consejo de Ministros, por lo que se entregaba al Parlamento, donde la votación final está prevista para el 29 de noviembre.

Actualmente, parece que carece de la necesaria mayoría parlamentaria. Si hay desavenencias, podría provocar las terceras elecciones en tres años. Una inestabilidad insólita que no tiene precedentes desde que se celebraron las primeras elecciones legislativas en 1976 tras la Revolución de los Claveles, ocurrida dos años antes.

Aunque, la figura política de Luís Montenegro, como primer ministro, podría verse afectada. Debido a que Montenegro afirmó que mantuvo un reunión secreta con André Ventura de Chega, el partido de la derecha dura portuguesa.

En la cita se abordó la negociación presupuestaria y una hipotética entrada en el Gobierno de Chega «cuando se diesen las condiciones». Una oferta desmentida casi de inmediato por el primer ministro: «El Gobierno nunca ha propuesto un acuerdo a Chega. Lo que ha dicho el presidente de ese partido es simplemente MENTIRA. Es grave, sin embargo no pasa de mentira y desesperación», declaró.

El desenlace, sin embargo, va más lejos y determinará el futuro político del país. El Gobierno luso está en minoría en el Parlamento y negocia desde hace semanas con los socialistas. Debido a que una abstención o voto a favor de este partido permitiría la aprobación del documento.

El Ejecutivo y el Partido Socialista (PS) han intercambiado varias propuestas y contrapropuestas para intentar llegar a un acuerdo. La última anunciada por el líder socialista, Pedro Nuno Santos.

La cuestión más espinosa es el impuesto de sociedades (IRC), que el Gobierno quiere reducir, pero los socialistas se oponen.

Montenegro afirmó, este martes, en una entrevista en la cadena SIC, que no va a aceptar la exigencia del PS para que no haya una bajada del IRC en los presupuestos posteriores a los de 2025.

El borrador final, defendió, contempla «todas las bases de negociación» que han mantenido con el PS. Tales como la reducción de un punto porcentual de la tasa de IRC para este año, la mitad de lo que el Gobierno había propuesto inicialmente.

Otra medida de los socialistas que han tenido en cuenta es la referida al régimen fiscal para los jóvenes. Al final se ha quedado en un punto intermedio. Debido a que el régimen se aplicará durante los diez primeros años de carrera profesional, frente a los trece que quería el Ejecutivo y los siete que prefería el PS.

Sin el PS, el gabinete de Montenegro solo podría aprobar las cuentas de 2025 con el apoyo de Chega. Esta semana suavizaron su discurso y pasaron de asegurar que votará en contra a decir que harán «todo» lo posible por evitar una crisis política.

Montenegro aseguró que una hipotética negociación con Chega «está completamente fuera de discusión» y que no es posible tener un diálogo productivo «con quienes cambian de opinión tantas veces».

Por el contrario, el Gabinete de Montenegro, que podría seguir gobernando con los Presupuestos prorrogados, se inclina por el adelanto electoral. Convencidos de que se verán beneficiados en las urnas y que desharán el empate que ahora mismo tienen con el Partido Socialista, que solo cuenta con dos diputados menos que la Alianza Democrática, la coalición que gobierna.