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El ministro del Interior de Venezuela, Diosdado Cabello, ha llamado «ladrón» a Juan Carlos IAFP

El Gobierno venezolano llama «ladrón» a Juan Carlos I e insiste en que Corina Machado está en España

Machado ha salido a desmentir esas afirmaciones, asegurando que permanece en Venezuela

El gobierno venezolano, bajo la administración de Nicolás Maduro, ha intensificado sus críticas hacia Juan Carlos I, el exrey de España, al acusarlo de ser un «ladrón» y estar involucrado en actos de corrupción durante su reinado. Esta declaración se enmarca dentro de un contexto de creciente fricción diplomática entre Caracas y Madrid, marcada por la falta de diálogo y el intercambio de acusaciones entre ambos gobiernos. Las tensiones han aumentado en los últimos meses, en parte debido a la crisis política y económica que enfrenta Venezuela, así como al interés de la comunidad internacional en la situación del país sudamericano.

La administración de Maduro ha utilizado esta acusación como parte de una estrategia para deslegitimar a sus oponentes y reforzar su narrativa sobre la corrupción en el exterior, argumentando que Juan Carlos I es un símbolo de corrupción y abuso de poder, cuya huida de España no lo exime de las responsabilidades que se le atribuyen. Además, el gobierno venezolano ha señalado que estas acciones reflejan un intento de ocultar la verdadera situación de crisis en España y en Europa en general.

En paralelo a las acusaciones contra Juan Carlos I, el gobierno venezolano ha insistido en que la líder opositora Corina Machado se encuentra actualmente en España. Esta afirmación ha sido utilizada por las autoridades venezolanas para sugerir que su estancia allí es parte de una estrategia más amplia para desestabilizar la política interna del país. Machado, quien ha sido una figura clave en la oposición venezolana, ha criticado abiertamente el régimen de Maduro y ha buscado apoyo internacional para su causa. La insistencia del gobierno sobre su ubicación ha sido interpretada como un intento de desacreditarla y restarle apoyo popular, al mismo tiempo que se la presenta como un agente extranjero en la política venezolana.