El doble rasero de Antonio Guterres: implacable con Netanyahu, dócil con Putin y Maduro

El Secretario General de la ONU, António Guterres, ha sido especialmente beligerante en su denuncia contra las acciones militares de Israel en Gaza y Líbano. Hace apenas unos días, «condenó inequívocamente» la pérdida de vidas civiles en las últimas operaciones de las Fuerzas de Defensa de Israel contra objetivos de Hamás y Hezbolá.

El pasado 2 de octubre, el ministro de relaciones Exteriores de israelí, Israel Katz anunció que habían decidido declarar 'persona non grata' al secretario general de la ONU por no condenar «de forma inequívoca» el ataque que un día antes había lanzado Irán contra Israel con cerca de 200 misiles balísticos.

«Quien no puede condenar de forma inequívoca el atroz ataque de Irán contra Israel no merece poner un pie en suelo israelí. Se trata de un secretario general antiisraelí que presta apoyo a terroristas, violadores y asesinos», advirtió por entonces Katz en un comunicado.

Guterres, omitió referirse a los señalamientos israelíes y, en cambio, envió un mensaje de agradecimiento al personal de la Fuerza Provisional de las Naciones Unidas para el Líbano (FINUL) y advirtió al primer ministro Benjamín Netanyahu que atacar a esas tropas «puede constituir un crimen de guerra».

A pesar de la beligerancia de Guterres contra Israel, el secretario general de la ONU ha considerado aceptable y adecuado asistir a una cumbre en Rusia organizada por Vladimir Putin, cuyas fuerzas han estado bombardeando civiles en Ucrania durante más de dos años.

Guterres parece que olvidó que los rusos —a diferencia de los israelíes— no fueron provocados a invadir Ucrania por el asesinato de más de 1.000 ciudadanos o la toma de rehenes, sino que se embarcaron en un intento ilegal de anexarse un país independiente bajo el falso pretexto de la legítima defensa.

Este jueves en Kazan, el Secretario General de la ONU se limitó a instar a «reforzar y modernizar la maquinaria de la paz» y la necesidad de la paz en Ucrania ante la persona que ordenó una guerra de invasión contra un Estado miembros de Naciones Unidas.

Durante su intervención, Guterres no condenó ni una sola vez la guerra de Rusia contra Ucrania. Ni una sola vez mencionó a Rusia como agresor. En cambio, dijo: «Debemos defender los valores de la Carta de las Naciones Unidas, el Estado de derecho y los principios de soberanía, integridad territorial e independencia política de todos los Estados» en un tímida y fugaz referencia al derecho de Ucrania a existir.

Guterres hizo un tímido llamamiento a «una paz justa» en Ucrania y en cambio exigió un cese «inmediato» de las hostilidades en Gaza y Líbano

«El secretario general dijo que todos deberíamos vivir como una gran familia», «lamentablemente, en las familias suelen haber disputas, escándalos, pleitos de propiedad y, a veces, incluso peleas», le replicó Putin.

Putin y Guterres no se veían las caras desde que se reunieron por última vez en las primeras semanas de la invasión rusa cuando Guterres viajó a Moscú durante el asedio de Mariúpol, en el sur de Ucrania.

El portavoz de la ONU, Farhan Haq afirmó que Guterres está listo para ofrecer su mediación entre Rusia y Ucrania, pero que esperaría al momento adecuado para hacerlo.

La indignación ucraniana

Muchos ucranianos, incluido el presidente del país, Volodímir Zelenski, están indignados por la asistencia de Guterres, a la cumbre de los Brics pues consideran que ayuda a «normalizar» la invasión y solo daña a la organización.

El jefe de Estado recordó este jueves que el Día de las Naciones Unidas se celebra hoy «en todo el mundo, y »no en Kazán", donde las advertencias contra una escalada bélica coinciden con el paso cerca de la ciudad rusa de soldados norcoreanos de camino de la línea del frente, donde lucharán del lado de Rusia.

La Plataforma de Crimea y la Cumbre por la Paz hacen más por una paz justa y defender la Carta de la ONU que «el Consejo de Seguridad de la ONU o los funcionarios de la ONU», subrayó Zelenski en un discurso previo a la Cumbre Parlamentaria de la Plataforma de Crimea en Letonia, aunque sin mencionar directamente a Guterres.

Sonriente con Maduro

El grupo de los Brics nació en 2009 con cuatro miembros —Brasil, Rusia, India y China— y luego se expandió con Sudáfrica, Egipto, Irán, Etiopía y Emiratos Árabes Unidos.

El dictador venezolano, Nicolás Maduro, acusado de crímenes de lesa humanidad por parte incluso de instancias de la propia ONU, tampoco podía faltar a la cita y posó muy sonriente junto a Guterres y el presidente de la Autoridad Nacional Palestina Mahmoud Abbas.

«Venezuela forma parte de esta familia de los Brics, agradezco la invitación que me han hecho», dijo el dictador bolivariano, que también se mostró a favor de una «refundación del sistema de Naciones Unidas» y «la necesidad de que se avance en pasos más audaces en la consolidación del nuevo banco» del bloque de naciones emergentes.