Kamala Harris busca el voto de Puerto Rico en los últimos coletazos de la campaña

Mientras que Donald Trump llenaba el Madison Square Garden, la vicepresidenta de EE. UU., Kamala Harris, daba su mitin en un restaurante puertorriqueño de Filadelfia. Mientras que los comensales grababan con sus teléfonos, recalcaba la importancia de los nueve días previos para alcanzar el objetivo de ocupar el Despacho Oval.

Allí, la candidata demócrata trato de captar votos al presentar un plan para Puerto Rico, basado en la mejora de la economía por medio de la reestructuración de la deuda, la emigración masiva al Estados Unidos continental o las elevadas cotas de desempleo.

Este plan está consensuado con el Gobierno federal, el sector privado, ONG y líderes comunitarios, con el foco puesto en los jóvenes.

La visita de Harris a la comunidad puertorriqueña se produce en un contexto de igualdad, según muestran las encuestas, entre ambos candidatos. Por ello, realizó varios actos, incluyendo una iglesia y una barbería. «Debemos despertarnos el día de después de las elecciones sin arrepentirnos de nada», aseguraba.

Bad Bunny apoya a Harris

Tratando de decantar la balanza, diversas celebridades han aparecido para apoyar a los candidatos. El último en sumarse a la campaña demócrata ha sido el reguetonero Bad Bunny, quien publicó un vídeo en su cuenta de Instagram, en la que tiene cerca de 46 millones de seguidores, junto a la vicepresidenta estadounidense.

En Pensilvania, uno de los estados clave para las elecciones, solo el 6 % de la población es hispanoamericana, cerca de un millón de personas, de las que apenas la mitad tiene raíces puertorriqueñas. El voto en este Estado podría ser decisivo: en las elecciones de 2016, Trump arrasó, además de en Michigan y Wisconsin. Cuatro años después, Joe Biden recuperó las tres regiones y superó a Trump por 80.000 votos en Pensilvania.